Antes de la celebración del juicio, celebrado por la Audiencia Nacional el pasado 2 de junio, se impuso a Barroso una fianza pecuniaria de 12.000 euros para garantizar que el alcalde cubriese las responsabilidades civiles a las que podía ser condenado. A pesar de todo ello, el regidor no abonó la fianza en el plazo legalmente establecido.

Tras analizar su patrimonio, el juez Grande-Marlaska ha llegado a la conclusión de que Barroso no posee bienes que le puedan ser embargados, por lo que ha decidido declararle insolvente. El magistrado subraya que la medida ha sido adoptada “sin perjuicio de que si en el futuro mejora su fortuna se proceda en consecuencia”.

El alcalde fue juzgado por las expresiones manifestadas contra el monarca en el discurso que pronunció en un acto conmemorativo del 77 aniversario de la Segunda República, que tuvo lugar en la localidad gaditana de Los Barrios en abril de 2008 y en el que llamó "corrupto" e "hijo de la crápula" a don Juan Carlos.

Además, el regidor dijo que "al Borbón, si algo había que aplicarle, sería la Ley de Extranjería, y no a ningún emigrante que viene a construir este país", y añadió que al Rey, "aunque no le colguemos con los intestinos de los obispos, lo tendremos que echar, más temprano que tarde, de forma democrática".

El titular del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, encontró a Barroso culpable de un delito de injurias graves contra al Rey al entender que sus palabras habían "excedido en mucho" el derecho a la crítica y a la libertad de expresión "para caer en el insulto personal".

A la hora de dictar la condena contra el alcalde, Vázquez Honrubia señaló que Barroso se extralimitó con estas palabras en su derecho a la libertad de expresión, y añadió que las expresiones hirientes contra la vida privada del Rey y los insultos "personales" eran "innecesarios" para defender las ideas republicanas.