El PNV entiende que la ambigüedad de su dictámen pone de manifiesto la “falta de independencia” del órgano regulador. En ese sentido, recordó que la CNMC, “sin haberlo cotejado y estando personada en la propia subasta sin considerar en ese momento que se estaban cometiendo irregularidades, procedió a la invalidación de dicha subasta después de que el Gobierno asegurara que existió `manipulación´”.

Sin embargo, el informe de la Sala de Supervisión que niega la manipulación, “deja al Gobierno en una posición delicada. Es más, el ridículo del Gobierno en esta cuestión es manifiesto y estamos a la espera de conocer cómo va a salir de esta situación”.

El PNV reconoce que el actual sistema es “un tanto anómalo” y aunque “no estábamos de acuerdo con una subida del 11%, consideramos que el sistema se tenía que haber modificado o corregido con antelación”.

A su juicio, “lo que no se puede hacer es paralizar un sistema en vigor en base a sospechas que ahora parece que no se corroboran. La imagen exterior del Gobierno de España es inexplicable y queda en entredicho en esta materia”.