Las imputaciones se han realizado en el marco de dos operaciones dirigidas por la Fiscalía de Medio Ambiente bautizadas con los nombres de 'Fragmentados' y 'Melo'. La primera ha culminado con la imputación de 119 personas por su presunta implicación en la gestión ilegal de miles de frigoríficos y lavadoras.

En lugar de trasladarlos a un gestor autorizado, de acuerdo a las normas medioambientales, se apropiaban de ellos y los vendían en tiendas de segunda mano. Algunas de estos locales llevaban abiertos al menos treinta años. Tras varios meses de seguimiento e inspecciones, se ha imputado a ciudadanos de las provincias de Alicante, Barcelona, Murcia y Valencia.

El volumen más importante de actividad se centró entre las ciudades de Barcelona y Santa Coloma de Gramanet, donde se procedió a la inspección de 21 centros de venta en ambas ciudades y a la incautación de 1.739 frigoríficos. A un solo almacenista de Santa Coloma se le requisaron casi la mitad de los aparatos.

Al mismo tiempo, la Comandancia de Málaga, en la Operación 'Melo', imputó a otras 59 personas en esta provincia por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente (estas prácticas suponen un perjuicio para la capa de ozono), apropiación indebida y receptación.

Tras tener conocimiento de las posibles irregularidades a través de varias denuncias, la Fiscalía de Medio Ambiente se las comunicó al Seprona, que observó que ciertos transportistas vendían los electrodomésticos en tiendas de segunda mano y chatarrerías, o los depositaban en instalaciones no autorizadas. Otras personas reparaban los aparatos o extraían sus componentes para venderlos por partes. Algunos electromésticos se exportaban a otros países.