La instalación aeroportuaria de Bilbao es el primer centro de CLH Aviación y el cuarto de la campañía que obtiene la certificación EMAS.

Para lograrlo, la planta presentó una declaración con sus principales indicadores medioambientales y tuvo que superar una exigente evaluación externa que verificó su compromiso con la sostenibilidad y la protección del entorno.

Mediante su adhesión, la empresa se compromete a hacer público el comportamiento ambiental de este centro de forma periódica, así como sus objetivos y el grado de cumplimiento de los mismos, a través de una declaración ambiental, redactada de manera clara y concisa, con datos verificados por organismos independientes.