Según informó la Policía, el ladrón llamó a los agentes desde un teléfono público para comunicar que había dejado las pruebas del delito debajo de un coche junto con una nota anónima con la dirección del pederasta. El arrestado era entrenador de fútbol-sala, lo que le facilitaba el contacto con menores.

El caco, en la nota que dejó a la Policía, aseguraba que había tenido la “desgracia” de que estas cintas con agresiones a menores cayeran en sus manos, por lo que se veía “en la obligación de presentarlas dejando que ustedes hagan su trabajo y puedan meter a ese… en la cárcel de por vida”.

La investigación posterior ha permitido hasta el momento identificar a cuatro menores víctimas de abusos y agresiones, entre ellos un chico de 16 años que podría llevar desde los diez sufriendo estas prácticas.

VISIONADO DE LAS GRABACIONES

La Policía se puso en marcha después de que, mediante una llamada a la Sala del 091 de la comisaría de Jaén, una persona anónima manifestara que tenía en su poder varias cintas con contenido pederasta y que las había dejado debajo de un turismo aparcado en la vía pública.

Poco después, una patrulla localizó debajo de ese coche un sobre de color marrón que contenía tres cintas de vídeo, además de una nota en la que había escrito: “He tenido la desgracia de que han caído las cintas en mis manos y me veo en la obligación de presentarlas dejando que ustedes hagan su trabajo y puedan meter a ese... en la cárcel de por vida”.

Tras las primeras indagaciones y el visionado de las grabaciones, los investigadores identificaron al autor de las mismas y, tras registrar su vivienda y el club de fútbol-sala donde trabajaba, procedieron a su detención.

ABUSOS PROLONGADOS

Los agentes han podido identificar hasta el momento a cuatro menores que llevaban seis años siendo víctimas de abusos y agresiones sexuales por parte del arrestado. Este sujeto se ganaba la confianza de los niños en las instalaciones deportivas en las que trabajaba y les convencía para ver juntos películas de contenido pornográfico. Posteriormente, incitaba a los pequeños a masturbarse y, finalmente, abusaba sexualmente de ellos.

Los investigadores visionaron las imágenes que contenían las cintas e identificaron al presunto pederasta, que ha sido detenido. El arrestado había denunciado en comisaría nueve días antes que había sufrido un robo en su domicilio, al que accedieron a través de una ventana.

En esta denuncia, el detenido informaba de la sustracción de varios pequeños electrodomésticos, pero no de la cámara ni de las cintas de vídeo. Los investigadores presumen que fue el presunto autor de este robo la persona que entregó las cintas de vídeo a la Policía.