Azziman aseguró en una rueda de prensa ofrecida en su residencia en Madrid que el pacto para permitir la vuelta de Aminatu “no tiene nada que ver” con el acuerdo comercial firmado hace dos días entre Marruecos y la Unión Europea, y que permitirá la entrada al mercado comunitario de un mayor volumen de productos agrícolas marroquíes.

El embajador destacó que las negociaciones que han desembocado en el acuerdo comercial se iniciaron “hace mucho tiempo” y aseguró que es “una coincidencia” que ambos pactos “hayan llegado al mismo tiempo”.

SOBERANÍA MARROQUÍ

Por otro lado, Azziman aseguró que el caso de Haidar ha permitido a Marruecos “dejar muy claro” que el Sáhara está bajo su soberanía y que en el territorio de la antigua colonia española “se aplica la ley marroquí”. “Era impotante que Francia y España reconocieran el estatuto del Sáhara Occidental desde el punto de vista del derecho internacional. No era un problema de vencer sino de convencer”, dijo el embajador.

El representante diplomático dijo que hay que colocar el caso de Haidar “en su contexto” y afirmó que “no se trataba de defender los derechos humanos” sino de defender una causa política en una estrategia que, a su entender, ha sido teledirigida por Argelia y el Frente Polisario para “torpedear” los planes de Marruecos para el Sáhara Occidental.

Al hilo de esta afirmación, aseguró que Haidar y sus seguidores querían “crear un problema entre España y Marruecos” debilitando sus relaciones y “provocar una crisis que tuviese incidencia en la situación del Sáhara Occidental”.

Preguntado sobre si en el futuro serán expulsadas las personas que como Haidar digan tener nacionalidad saharaui en los controles del aeropuerto, el embajador indicó que “todo lo que sea contrario a la ley de Marruecos tendrá las consecuencias jurídicas y legales normales”.

En este sentido, aseguró que técnicamente Haidar no fue expulsada de Marruecos ya que se quedó en el área internacional del aeropuerto de El Aaiún y no llegó a entrar en territorio del país.

SOLUCIÓN PARA EL SAHARA

Azziman mostró además la disposición de su país de, una vez superada la crisis provocada por el caso de Haidar, “reanudar los más pronto posible las negociaciones con el Frente Polisario” y alcanzar un “acuerdo justo” que traiga “una solución definitiva”.

El objetivo de Marruecos, según explicó, es aplicar el plan que ha diseñado para la ex colonia española, un proyecto que no dejaría “ni vencedores ni vencidos” y que ortorgaría al Sáhara una “autonomía muy avanzada”, con un gobierno y un parlamento propios, pero siempre bajo soberanía marroquí.

El hipotético acuerdo sería sometido a dos consultas populares, una en el Sáhara y otra en el resto de Marruecos, y que el embajador considera un mecanismo “mucho más avanzado que votar en un referendum ‘si’ o ‘no’”.

“No estamos en contra de la autodeterminacion pero ésta se puede expresar de distintas maneras”, dijo.

Por último, señaló que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se ha comportado durante la crisis “con mucha inteligencia y mucha serenidad a pesar de las presiones” e indicó que “España seguirá siendo una prioridad para Marruecos”.