En un discurso de inauguración del Diálogo Anual del Alto Comisionado, Guterres señaló que los desplazamientos internos de población han aumentado un 50% en los últimos 15 años y expresó su preocupación porque “la comunidad internacional no comprenda la magnitud y complejidad del fenómeno y no le dé la atención que merece”.

Guterres añadió que las personas desplazadas, a menudo, encuentran refugio en las regiones más pobres y marginadas de sus países, comunidades que no cuentan con la infraestructura necesaria para ese flujo de población.

Explicó que muchas veces es más difícil ayudar a los desplazados que a los refugiados, ya que suelen estar en zonas de conflicto.

Guterres subrayó que las personas que se ven forzadas a huir de su hogar generalmente no portan documentos, por lo que carecen de acceso a servicios básicos, aunque se encuentren en su país, y pueden ser víctimas de discriminación, explotación y violencia.

“Encontrar soluciones para los desplazados requiere voluntad política para abordar las causas de raíz. Por lo mismo, hace falta mayor compromiso de la comunidad internacional para garantizar que los procesos de paz tomen en cuenta las necesidades tanto a estas personas como a las comunidades que lo acogen”, puntualizó.