Día Constitución. Rajoy y Rubalcaba hablan “a fondo” sobre la reforma

- Han mantenido varias charlas en privado sobre el asunto pero sin avances

- El Gobierno rechaza abrir el debate sin saber "para qué y con qué apoyos contamos"

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, han mantenido varias conversaciones privadas en las que han hablado "a fondo" sobre una posible reforma de la Constitución española, aunque no han llegado a ningún acuerdo por mantener posturas claramente diferentes.

Así lo reconocieron los dos dirigentes políticos en sendas conversaciones informales con periodistas después del acto solemne de homenaje a la Constitución en el Congreso de los Diputados con motivo del 35º aniversario.

Rubalcaba aseguró que mantiene conversaciones “a fondo” con el presidente del Gobierno sobre la reforma de la Constitución, gracias a las cuales ambos saben lo que piensa el otro y reconocen recíprocamente que hay argumentos “que no se pueden desdeñar”.

Rajoy es consciente de que el PSOE y otros muchos partidos de la oposición son partidarios de emprender una reforma de la Constitución para adaptarla a los tiempos actuales, pero se niega sin tener claro "para qué y con qué apoyos contamos".

Aseguró que así se lo ha trasladado al propio Rubalcaba, dado que considera que el PSOE tiene muy verde su propuesta de reforma constitucional. De hecho, contrapuso el deseo actual del líder socialista con la modificación de la Carta Magna que le planteó José Luis Rodríguez Zapatero al llegar a La Moncloa.

Recordó que Zapatero le llamó entonces con cuatro reformas concretas a las que enseguida dio el visto bueno porque estaban claras y definidas. Pero subrayó que ahora no sucede lo mismo con Rubalcaba porque no están claros los objetivos ni los apoyos que tendría.

Ahora, Rajoy está dispuesto a hablar sobre la reforma de la Constitución todo lo que sea necesario pero considera que para empezar a negociar de verdad su modificación es necesario encontrar el momento político oportuno, definir con precisión el objetivo y alcanzar un consenso similar al que se logró en 1978.

Por su parte, Rubalcaba aprecia que el PP está virando poco a poco su posición, ya que al principio se negaba en redondo a tocar la Constitución y ahora no se cierra a ellos siempre que exista un amplio consenso.

Así lo apreció Rubalcaba después de escuchar el discurso del presidente del Congreso, Jesús Posada, en el homenaje a la Constitución. Considera ese avance una muestra de que la reforma se va abriendo paso y subraya también en ese punto la creciente corriente académica e intelectual partidaria de adaptar la Constitución a los cambios que está experimentando España.

El líder del PSOE aseguró que el asunto de la reforma constitucional suele salir en sus conversaciones con Rajoy y que, de hecho, han hablado “a fondo” sobre ello y que, pese a las posiciones diferentes, hay un diálogo “franco” entre ambos.

En virtud de ese diálogo, explicó, puede decir que los dos se han escuchado mutuamente y ambos saben perfectamente lo que el otro piensa, y valoran argumentos “que no se pueden desdeñar” en los dos lados.

No quiso decir si considera posible que ese diálogo pueda formalizarse en los próximos meses para intentar explorar las posibilidades de consenso, pero sí reconoció su convicción de que, si no se cerrara antes de un año y medio, habría que pasar a la siguiente legislatura porque algunas reformas requerirían referéndum y disolución de las Cortes Generales.

Rubalcaba considera imprescindible incorporar a ese consenso a Izquierda Unida y también a los nacionalistas, y para ello cree importante no basar toda la reforma en el capítulo territorial, aunque sea pilar importante de la reforma. El fondo de la reforma, insiste, debe ser el objetivo compartido de ofrecer a los ciudadanos un nuevo “mínimo común denominador” de todo el país para afrontar el futuro.

Eso fue la Constitución en el momento de la transición, argumenta Rubalcaba, y eso es lo que debe seguir siendo después de otro momento histórico como el actual, en el que España está cambiando mucho y los ciudadanos deben saber cuales son los pilares en los que se basará el avance del país en los próximos años.

Por ello, defiende un diálogo de todos los partidos para sondear cuáles pueden ser esos mínimos comunes y poder plasmarlos en una iniciativa en la que se irían concretando las reformas.

No descarta que el PSOE pueda impulsar alguna iniciativa de tipo político para ir abriendo paso a la reforma, pero cree que hacer propuestas concretas por parte de un partido no facilita el consenso, y prefiere que las concreciones sean ya fruto del diálogo entre todos.

(SERVIMEDIA)
06 Dic 2013
CLC/PAI