Los dos presuntos torturadores franquistas expresaron ante Ruz su oposición a ser extraditados a Argentina, según informaron fuentes jurídicas. El juez les ha impuesto además la prohibición de abandonar el territorio nacional y la obligación de comparecer cada semana ante el juzgado más cercano a su domicilio. González Pacheco y Muñecas también han tenido que facilitar un teléfono y un domicilio donde poder ser localizados.

Ruz les advierte en los autos dictados hoy que, de incumplir alguna de las cautelares que se les han impuesto, se adoptarán medidas más gravosas contra ellos. El instructor de la Audiencia Nacional ha tomado esta decisión a instancias del fiscal encargado del caso, Pedro Martínez Torrijos. El objetivo de las medidas, explica Ruz, es “impedir el eventual riesgo de fuga y garantizar el control del reclamado en el presente proceso de extradición, en aras de asegurar la efectividad del principio de cooperación judicial internacional”.

El juez, a pesar de no entrar en el fondo del proceso de extradición, destaca en las resoluciones que los delitos que se atribuyen a Muñecas y González Pacheco están penados tanto en España como en Argentina con “penas graves” y que siguen vigentes las órdenes internacionales de detención dictadas contra los dos presuntos torturadores.

Ambos reclamados se han negado a ser extraditados a Argentina. Muñecas ha leído ante Ruz un escrito con el que ha asegurado que no ha cometido ningún 'delito grave' más allá de su participación en el golpe de Estado del 23-F, por el que fue condenado a cinco años de cárcel.

LEY DE AMNISTÍA

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ya adelantó en los escritos remitidos el pasado mes de septiembre que los delitos que la Justicia argentina atribuye a los antiguos miembros de las fuerzas de seguridad españolas reclamados por su supuesta implicación en crímenes durante el franquismo habrían prescrito y estarían amparados además por la Ley de Amnistía de 1977.

La jueza argentina María Servini reclamó la detención de cuatro franquistas –González Pacheco, Muñecas y los fallecidos Celso Galván y José Ignacio Giralta- por delitos de lesa humanidad en el marco de la causa abierta en el año 2010 por el Juzgado Nacional de lo Criminal y Correccional número 1 de la República de Argentina. A Juan Antonio González Pacheco se le atribuye haber torturado a un total de 13 personas, mientras que a Muñecas se le responsabiliza de la tortura de una persona.

La jueza Servini les atribuye delitos de homicidio agravado, privación ilegal de la libertad por aplicación de torturas y sustracción de menores.

PROCESO DE EXTRADICIÓN

La negativa de Muñecas y González Pacheco supone que la Audiencia Nacional tramitará el proceso de extradición y será la Sala de lo Penal quien decida finalmente si se entrega o no al expolicia y al ex guardia civil a Argentina. Si la Sala de lo Penal decide acordar la extradición, el Gobierno tendría la última palabra y el Consejo de Ministros podría vetar la entrega de los dos reclamados. Si la Audiencia Nacional, en cambio, rechaza la extradición, el Ejecutivo no podrá alterar esa decisión.

Los dos presuntos torturadores franquistas abandonaron la sede de la Audiencia Nacional sobre las 12.20 horas, ambos tratando de ocultar su imagen. A González Pacheco solo se le podían adivinar los ojos, ya que se tapó el rostro con una bufanda y un gorro. Muñecas también recurrió a la bufanda para tratar de evitar que el gran número de medios de comunicación que les esperaban frente al órgano jurídico captaran su imagen. Los dos presuntos torturadores abandonaron el lugar a bordo de sendos coches

FORCEJEOS CON LA POLICÍA

Las comparecencias hoy ante el juez de los dos presuntos torturadores franquistas se han iniciado con un altercado frente a las puertas de la Audiencia Nacional cuando la policía ha intentado desalojar a los manifestantes congregados frente al órgano jurídico.

“Estos son de los vuestros”, les espetaron varios de los manifestantes a los miembros de la Unidad de Intervención de la Policía Nacional que intentaban desalojarles en medio de forcejeos y empujones. “Sois peor que en Ucrania”, fue otra de las frases que se pudieron oír en medio del altercado.

Finalmente, tras muchos tiras y aflojas, la treintena de manifestantes han sido desalojados desde la madrileña calle Prim, donde esta la sede de la Audiencia Nacional, hasta el Paseo de Recoletos.

Los manifestantes, algunos enarbolando banderas republicanas, continuaron con su protesta en este nuevo lugar. “Depuración de los jueces franquistas”, “extradición de los torturadores” o “ni olvido ni perdón” fueron algunos de los cánticos que se pudieron oír.

González Pacheco y Muñecas llegaron a primera hora de la mañana a la Audiencia Nacional, evitando así encontrarse con los manifestantes. El expolicía estuvo asistido en su comparecencia por el abogado Eduardo Junco.