El tribunal, presidido por el juez Ángel Hurtado, ha encontrado a Gallastegui y García Gaztelu culpables de los delitos de asesinato y estragos, ambos de carácter terrorista, así como de una falta de lesiones, según consta en la sentencia hecha pública hoy.

Los magistrados de la Sección Segunda consideran probado que a finales del año 1997 "Txapote" y "Amaia" decidieron atentar contra el concejal popular aprovechando los datos recogidos por el también etarra Gregorio Escudero, ya condenado por estos hechos, quien vigiló durante días a Iruretagoyena.

El 8 de enero de 1998, Escudero llevó a Gallastegi y García Gaztelu desde Andoaín (Guipúzcoa) hasta el apeadero de la vecina localidad de Añorga, desde donde los dos acusados cogieron un tren hasta Zarauz.

Una vez en Zarauz y tras localizar el vehículo del concejal en un garaje privado, Gallastegi colocó un artefacto con cerca de dos kilos de explosivo bajo el asiento del conductor mientras García Gaztelu vigilaba la zona. Tras realizar la acción, los dos acusados volvieron en tren hasta Añorga, donde les esperaba Escudero para llevarles de vuelta a Andoain.

Sobre las 7.40 horas del día siguiente, Iruretagoyena cogió el vehículo del garaje para ir a trabajar. Pocos minutos después, cuando circulaba por la calle Urdaneta, la bomba hizo explosión matando en el acto al edil popular. La deflagración hirió además a una viandante y provocó diversos daños materiales en los alrededores.

A la hora de dictar la sentencia, los magistrados han tenido en cuenta las declaraciones que el etarra Gregorio Escudero prestó ante la Policía Nacional y ante el juez de instrucción tras ser arrestado y en las que inculpó a “Txapote” y “Amaia” en el asesinato de Iruretagoyena. Durante el juicio, Escudero, que compareció como testigo, alegó haber sido amenazado por la policía para realizar dicha acusación.

Además de los 46 años de prisión, el tribunal ha impuesto a García Gaztelu y a Gallastegi la prohibición de acercarse a menos de 500 metros a la localidad de Zarauz así como a la mujer y los hijos de Iruretagoyena por un periodo de cinco años tras el cumplimiento de la condena.

El ex jefe militar de ETA acumula ya más de 300 años en condenas por acciones terroristas, entre otras por el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, que llevó a cabo junto a Gallastegui.