Rodríguez lanzó una pregunta sobre este asunto en la sesión de control al Gobierno en el Congreso a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien subrayó que la lucha contra la violencia machista constituye "una prioridad de Estado" y una prioridad social para el Ejecutivo.

Sáenz de Santamaría adujo que cuando muere una mujer "lo que fracasa es el conjunto de la democracia" y pidió no crear "diferencias" políticas entre los partidos sobre esta materia, de la misma forma que no puede haber diferencia entre las víctimas.

La vicepresidenta indicó que la lucha contra los malos tratos debe ser un trabajo conjunto de todas las administraciones, gobiernos, partidos, medios de comunicación, asociaciones y toda la sociedad, "desde la familia y desde la escuela".

La socialista Soraya Rodríguez apuntó que la lucha contra la violencia de género es "una cuestión de Estado" y por eso ofreció un pacto de estado al Gobierno para que no se recorte "un solo euro" en los Presupuestos Generales contra esta lacra.

También pidió "que no retrocedamos" en la prevención como a su juicio sucede con la supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que no se elimine ni un solo servicio de atención a las víctimas, que la Iglesia no pueda editar libros que promueven la sumisión de las mujeres y que en la televisión autonómica de Castilla-La Mancha no se ilustre el crimen de una mujer con una picadora de carne.

Por su parte, Sáenz de Santamaría replicó que la construcción de un pacto de estado entre los partidos requiere de trabajo y colaboración "todos los días" del año y puso como ejemplo que el PP ya lo hizo en 2003 con una ley que el PSOE sustituyó al año siguiente por otra aprobada sin consenso cuando Zapatero llegó a La Moncloa.

La vicepresidenta del Gobierno aseveró que "las leyes más fuertes hacen más fuertes a las mujeres" y pidió apoyo al PSOE para que los matrimonios forzados sean un delito, para que el acoso continuado se considere más grave, para que los agresores puedan tener libertad vigilada al salir de prisión y para que el Estatuto de las Víctima proteja a las mujeres.

Sáenz de Santamaría replicó que "la educación en igualdad no es una asignatura, tiene que ser la vida diaria y por desgracia en las adolescentes se están admitiendo roles que ya no admitimos ninguna de nosotros".

Además, subrayó que no le gustan libros ni informaciones como los citados por la portavoz del PSOE pero advirtió de que "lo que menos puede convencer a una mujer es que usted y yo nos tiremos los trastos a la cabeza" en vez de trabajar juntos contra esta lacra.