En la querella se acusa a Garzón de prevaricación y cohecho por no abstenerse en una causa contra el Banco Santander a pesar de haber recibido un patrocinio de esta entidad bancaria para los cursos que impartió en la Universidad de Nueva York.

A través de una providencia, la Sala de lo Penal del Alto Tribunal, presidida por el magistrado Juan Saavedra, da traslado a la Fiscalía y a los querellantes –los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón- de las cartas en las que el Garzón pide y posteriormente agradece al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, la financiación de los cursos de Nueva York. Unas misivas en las que utiliza términos como “querido Emilio” o “te mando un gran abrazo”.

En la providencia hecha pública hoy los magistrados del Tribunal Supremo indican que el objetivo de dar traslado de las cartas es que las partes puedan presentar alegaciones “antes de acordar lo demás que proceda”.

Los abogados Panea y Mazón acusan a Garzón de haber cometido delitos de prevaricación y cohecho por el patrocinio de 302.000 dólares que el Banco Santander otorgó a los cursos que el juez impartió entre marzo de 2005 y junio de 2006 en el Centro Rey Juan Carlos, adscrito a la Universidad de Nueva York.

Tan sólo unos meses después de regresar de Estados Unidos, su juzgado se hizo cargó de la denuncia presentada contra varios directivos del Banco Santander, entre ellos Botín, a los que se acusaba de la apropiación indebida de la sociedad SCI Gestión.

El juez de la Audiencia Nacional no sólo no se apartó del caso, sino que, en un auto dictado el 27 de noviembre de 2006, decidió archivar la causa.