Según expuso el Gobierno, se pretende dotar a las Fuerzas Armadas de una familia de camiones todo terreno medios y pesados (de 4, 10 y 15 toneladas) adecuados a sus misiones, unificando en lo posible los tipos de vehículos.

Para mejorar la eficacia de las operaciones conjuntas y combinadas, añadió, "es preciso que los vehículos sean interoperables entre los tres ejércitos y con nuestros aliados", y para simplificar y ahorrar costes en la compra de bastidores y piezas de respuesto y su mantenimiento es importante introducir un criterio de uniformidad.

La adquisición se realizará en seis años, por ser el mínimo periodo de tiempo que permite dar una cierta uniformidad al material y facilitar, así, el apoyo logístico durante su ciclo de vida, estimado en unos quince años.

El expediente de adquisición será incluido en el Plan Anual de Contratación Centralizada del Ministerio para 2013, donde se detallarán las necesidades de los ejércitos, la Armada y la Unidad Militar de Emergencias.