Según explicó la Policía, los billetes, de los cuales los había de todos los tipos (10, 20, 50, 100, 200 y 500 euros), estaban empaquetados en el interior de cajas de cartón, repartidas por toda la vivienda junto a la droga.

En la operación se detuvo a cinco narcotraficantes, dos en Valencia y tres en Madrid. Éstos últimos fueron arrestados tras cortar los agentes la autopista A-3 a la altura de Villarejo de Salvanés para interceptar un vehículo que llevaba otros 66 kilos de cocaína. Además del chalé de Valencia, en Picanya, la organización contaba con un piso de seguridad en Madrid capital para preparar el transporte de estupefacientes.

La investigación se ha prolongado durante tres meses, donde la vigilancia del piso de Madrid permitió detectar una furgoneta que accedió al garaje para abandonarlo un día más tarde y partir de madrugada junto a otro coche con destino al chalé de Valencia. 40 minutos más tarde y tomando numerosas medidas de seguridad, la furgoneta y el turismo emprendieron el viaje de vuelta hacia Madrid.

La fase final de la operación se ha desarrollado paralelamente en ambas localidades. Por un lado, con la citada interceptación de los vehículos en la A-3. Ambos intentaron huir, pero fueron apresados por los investigadores en la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés.

En el turismo viajaban dos personas, una tercera conducía la furgoneta y, según la Policía, todos ellos mostraron un gran nerviosismo al ser interceptados. Los investigadores descubrieron en la furgoneta un doble fondo a lo largo de toda la parte posterior en el que se ocultaban 66 kilos de cocaína. Los tres implicados fueron arrestados por un delito contra la salud pública.

Por otro lado, los agentes han detenido a los dos moradores del chalé de Picanya y han procedido al registro del mismo, donde hallaron las cajas con la droga y el dinero en efectivo. En el registro de la vivienda de Madrid, los investigadores se han incautado además de varios teléfonos móviles y dispositivos informáticos.