Barberá, sin embargo, se desligó de las gestiones que desembocaron en la celebración del Valencia Summit, con el que Urdangarin y su socio, Diego Torres, se embolsaron más de cuatro millones de euros por tres ediciones celebradas entre 2004 y 2006.

“Yo no participó en nada más, ni de organización, ni de decisión ni de llamar a nadie, ni de dar ninguna instrucción, ni de votar, ni de presionar, nada, aquí se acaba mi papel”, aseguró la regidora ante los medios de comunicación tras prestar declaración durante poco más de una hora.

La alcaldesa negó ante el juez haberse reunido con Urdangarin en el Palacio de la Zarzuela, según explicaron a Servimedia fuentes jurídicas. Fue el propio Torres quien aseguró ante Castro que Urdangarin se reunió en marzo de 2004 en el Palacio de la Zarzuela con Barberá y el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, para la celebración del Valencia Summit.

Las fuentes jurídicas consultadas han asegurado que Barberá ha estado algo nerviosa en su declaración ante el juez y que ha interrumpido varias de las preguntas. También han destacado que la alcaldesa ha echado mano al “no lo sé” para responder a varias de las cuestiones que se le han planteado.

LAS “IDEAS” DE URDANGARIN

Barberá ha explicado ante las preguntas del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach que fue Juan Antonio Samaranch, el difunto presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien le puso en contacto con Urdangarin. Samaranch, en concreto, le telefoneó para expresarle su opinión sobre las posibilidades de Valencia de cara a la celebración de la Copa América de Vela en el año 2007. Le dijo, según explicó, que era una oportunidad para promocionar la imagen de Valencia en el mundo a través de la organización de “una serie de actos” y le indicó que Urdangarin “tenía capacidad para organizar esto”.

El yerno del Rey y su socio se reunieron con la regidora a principios de 2004. Según ha dicho Barberá ante el juez, Urdangarin y Torres no le propusieron un proyecto concreto ni le aportaron una lista de posibles financiadores, si no que le transmitieron “una serie de ideas”. “A mi no me trae un proyecto, sino que me trae una serie de ideas que me parecen positivas para la ciudad”, dijo.

Barberá admitió posteriormente, según las fuentes jurídicas consultadas, haber mantenido otras dos reuniones con Urdangarin. Uno de estos encuentros tuvo lugar en el año 2008 en el restaurante Albacar de Castellón y, además de Barberá y Urdangarin, estuvo presente el que era vicepresidente de la Generalitat Vicente Rambla.

La alcaldesa, ante las preguntas que se le formulaban, ha acabado admitiendo una tercera reunión en la que Urdangarin le visitó en su despacho en el Consistorio valenciano, aunque no supo recordar ni la fecha ni el contenido del encuentro.

NINGUNA RESPONSABILIDAD

Barberá, más allá de estas gestiones iniciales, negó haber tenido ningún tipo de responsabilidad en la gestión de los contratos que se firmaron con el Instituto Nóos y que el juez Castro considera irregulares. La alcaldesa dijo que el proyecto para los Valencia Summit se presentaron y ejecutaron a través de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) y de la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau (Ftvcb). Se desligó por lo tanto de las adjudicaciones a pesar de que la Ftvcb está participada mayoritariamente por el Consistorio valenciano.

A pesar de todas estas afirmaciones, Barberá aseguró ante los medios de comunicación tras su declaración ante el juez que el Valencia Summit fueron “unas jordanas que tuvieron éxito y un poder de convocatoria importante”.

Sobre los Juegos Europeos, sin embargo, la alcaldesa dijo no tener “ni idea”. Urdangarin y Torres consiguieron 382.204 euros por la creación de unos Juegos Europeos en Valencia que nunca llegaron a celebrarse.

Barberá acabó admitiendo que en la comida que mantuvo en Castellón con Urdangarin y Rambla “escuche algo de los Juegos Europeos pero no sabía ni lo que eran”.

POR LA PUERTA DE ATRÁS

Barberá ha logrado esquivar a las decenas de indignados que le esperaban a las puertas de la sede de los juzgados de la capital valenciana al acceder por una puerta de atrás al órgano jurídico. También evitó el acceso principal al abandonar la sede de los juzgados.

Al órgano jurídico se puede acceder, además de por la puerta principal, por los garajes, por el juzgado de guardia o por el Instituto de Medicina Legal.

La testigo hizo este requiebro a pesar de que el juez decano de Valencia, Pedro Viguer, había dado instrucciones para que accediese por la puerta principal como cualquier otro ciudadano. Viguer comunicó esta decisión a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y a la Gerencia de la Ciudad de la Justicia.

Las fuentes jurídicas consultadas señalaron que Policía y Guardia Civil podrían haber permitido la entrada de Barberá por una puerta trasera por motivos de seguridad.

En el exterior varias decenas de ‘indignados’ se quedaron con las ganas de ver aparecer a la alcaldesa valenciana. Entre los congregados había ‘yayoflautas’, funcionarios de justicia y trabajadores de la Radio Televisión Valenciana (RTVV).

Los manifestantes amenizaron las espera coreando lemas como “que la detengan”, “Rita es la ladrona del PP” o “del mar el mero, y de los corruptos un pepero”. Realizaron incluso una ‘performance’ en la que un señor disfrazado de Carlos Fabra, con gafas de sol y un maletín en el que se podía leer “aeropuerto de Castellón, bailaba en un corrillo mientras era jaleado con gritos como “vergüenza”.

Mientras tanto, el juez Castro sigue tratando de localizar al expresidente de la Generalitat Francisco Camps, al que ha citado para este domingo a las 11.30 para que conteste por escrito ante la secretaria judicial las preguntas que se plantean por los contratos con el Instituto Nóos.