El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha enviado un comunicado en el que expresa sus “deseos de recuperación para los heridos”. Recuerda, además, que “Libia es un país socio y amigo que atraviesa un periodo difícil de consolidación de una transición política surgida de la revolución de 2011”.

Indica que las autoridades libias, que cuentan con el apoyo español, europeo e internacional, “están llamadas a asumir sus responsabilidades y esforzarse por mantener la paz pública y propiciar un consenso nacional”.

En ese sentido, España “apela al sentido patriótico de todos los grupos y estamentos para entablar un diálogo nacional y alcanzar acuerdos de gobernabilidad que permitan recuperar la estabilidad y la paz social de modo que se pueda lograr el éxito de la transición política y recuperar el crecimiento económico”.

Al menos 37 manifestantes libios han fallecido este viernes en Trípoli, la capital de Libia, después de que un grupo de milicianos abriera fuego contra los asistentes a una protesta contra la presencia de estos grupos armados en la ciudad, según el director del Comité de Seguridad Supremo de Trípoli, Hashim Bisr.

El Ministerio de Sanidad ha elevado el balance de heridos hasta los 390, según el diario libio 'The Libya Herald', aunque por el momento se desconoce el número de milicianos, procedentes de la ciudad de Misrata, entre las víctimas.

En los peores altercados registrados en Trípoli en los últimos meses, los manifestantes han acudido al complejo donde se ha asentado la milicia para exigirles que abandonen la capital y el fin de los combates entre los grupos armados por el control de varios barrios de Trípoli. Una turba de detractores de estas milicias ha asaltado la sede donde se refugiaba los milicianos de Misrata, donde manifestantes y hombres armados se han enfrentado.