350 CATEDRATICOS Y PROFESORES UNIVERSITARIOS EXPRESAN SU APOYO A LOS OBJETIVOS DE LA REFORMA DE A MINISTRA DE EDUCACION
-Se muestran muy críticos con las reticencias expresadas por los rectores y animan a la ministra a hacer una universidad más meritocrática de lo establecido en su proyecto
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Unos 350 catedráticos y profesores titulares de las Universidades españolas han remitido una carta abierta a la ministra de Educación, Pilar del Castillo, para expresarle su acuerdo "con los objetivos que se propone alcanzar con la nueva Ley de Universidades".
Suscriben la arta, a la que tuvo acceso Servimedia, catedráticos de numerosos centros universitarios, especialmente de la Complutense (36), la Universidad de Valencia-CSIC (28), la Universidad de Murcia (25) y la Universidad de Sevilla (22).
Entre los firmantes figuran el sociólogo Ignacio Sotelo, los economistas Gabriel Tortella y Carlos Rodríguez Braun, el filólogo Ignacio Bosque, el químico Pascual Royo y el jurista Eusebio González.
Fuentes de los firmantes de esta carta señalaron a Servimedia que son muycríticos con la postura de los rectores en contra de la reforma, formulando, además, críticas y alternativas a las propuestas del Gobierno, en el sentido de acentuar las exigencias meritocráticas de la ley.
Estos enseñantes muestran su apoyo a los objetivos del proyecto de Ley de Universidades, entendiendo por tales, tal como ha dicho la ministra, "mejorar la calidad de la institución, constituir una Universidad crítica y científica basada en el rigor y en el mérito, potenciar la actividad investigadoa, promover su incorporación al espacio universitario para favorecer su competitividad y propiciar la movilidad de estudiantes y profesores".
A su juicio, la Ley de Universidades debe apoyarse en la defensa de la calidad, lo que exige, entre otras cosas, la realización de una "evaluación simultánea, obligatoria y periódica de las labores docente e investigadora de todos los profesores", para clasificarlos en diferentes niveles.
Respecto al propósito de la ministra de poner el mérito como base delgobierno de la Universidad, los firmantes advierten de que "los cambios que propone dejan a la Universidad en manos de los mismos grupos que la han gobernado hasta ahora de modo que, difícilmente, puede esperarse que la reforma consiga algún cambio de importancia".
"Dichos grupos, cuya existencia se debe a la ley que se pretende derogar, todavía no han manifestado la menor autocrítica ni, por tanto, la menor intención de llevar a cabo el más mínimo cambio. No entendemos, por tanto, cuál es la autorida moral de la que están investidos pra exigir que sus opiniones sean tenidas en cuenta", añaden.
En esta misma linea, se muestran convencidos de que "resulta imposible una mejora de la Universidad si no se implica en la reforma al profesorado que posee el nivel de excelencia que se pretende para la propia institución. Hasta ahora, la mayor parte de dicho profesorado ha estado ajeno al funcionamiento de la Universidad. Para conseguir esta colaboración, es necesario que sea el mérito el principal factorconsiderar para acceder a los órganos que diseñen la política universitaria y controlen su aplicación".
Con ese fin, sugieren que "los miembros de cualquier Comisión de carácter académico deberían ser elegidos entre los profesores de mayor nivel", de manera que tuviesen una posición dominante en órganos como la Comisión de Habilitación Estatal, la de contratación o acceso del profesorado, la de investigación o docencia de cada universidad, o las de elaboración de planes de estudio o de estatutos.
Los firmantes de la carta advierten a Del Castillo de que "el modelo actual y el que usted propone exigen a quienes desean participar en el gobierno de la Universidad mayor dedicación y esfuerzo para agradar a sus votantes que para procurar la mejora de la institución".
Señalan, asimismo, que "los grupos que actualmente ostentan el poder universitario aspiran a una Universidad cuyos objetivos distan bastante de loq ue usted pretende con su reforma. Por tanto, es necesario que no cometa el error de dear cuestiones esenciales en manos de quienes harán los reglamentos (los estatutos)".
Concluyen señalando que "creemos que si dirige su reforma en la dirección que le proponemos logrará una mejora sustancial de la Universidad española. Sin embargo, algunos de sus efectos benéficos pudiran perderse si la ley no se tramita con carácter de urgencia".
(SERVIMEDIA)
08 Jun 2001
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