Se trata de inhumaciones gratuitas, que paga el Ayuntaiento de Madrid, y que, en el caso de que el fallecido tenga familiares, estos deben hacerse con un certificado negativo de haberes de la Delegación de Hacienda que acredite que carecen de recursos económicos para financiar el sepelio.

En caso contrario, el del fallecido sin familiares, es el juez quién ordena su traslado al Instituto Anatómico Forense para que permanezca en el depósito durante un período de tiempo que permita investigar a posibles familiares. Si transcurridas unas tres semanas, nadiereclama el cuerpo, el juez ordena al ayuntamiento que se entierre al cadáver.

Los indigentes o personas sin recursos tienen en el cementerio de la Almudena una parcela acotada, donde son enterrados en sepulturas.

No lo hacen en nichos porque son más caros, ya que "sólo cabe un cuerpo y dónde se les entierra caben cinco, con lo que el hueco se aprovecha más y esos cuerpos, a los diez años y si nadie los reclama, se sacan de allí y se incineran, como todos los demás", explicó un trabajador de los Srvicios Funerarios de Madrid, que añadió que otra característica que diferencia estos sepelios gratuitos del resto es que la caja en la que descansan "es más normalita" que las habituales.