El Consejo Confederal de UGT, máximo órgano entre conresos, analizó hoy y rechazó las protestas lanzadas por el presidente de la CEOE, José María Cuevas, durante la Asamblea General de la patronal, acerca del diálogo social y la reducción del tiempo de trabajo.

UGT se reafirmó hoy en la necesidad de una ley que promueva la creación de empleo a través de la reducción del tiempo de trabajo, y en el papel "inexcusable" de la negociación colectiva para aplicarla en las empresas y sectores. A su juicio, esta ley no debe ser una ley de reducción general, autoática e inmediata de la jornada, sino una ley que promueva el proceso de negociaciones en todos los ámbitos.

Este sindicato, que insiste en que la negociación colectiva por si sóla no promueve una reducción de jornada suficiente y de carácter general, cree que el debate entre ley y convenio es falso, ya que ambos son necesarios para reducir la jornada, según señala en un comunicado difundido hoy.

Además, UGT sigue considerando conveniente la negociación entre sindicatos y empresarios de un acuerd interconfederal para la reducción y reorganización del tiempo de trabajo, que cree un marco para la negociación de esta cuestión en los convenios. "UGT reitera su llamada a la negociación sin otra condición que la de admitir el compromiso de realizar una discusión que asocie la reducción y la reorganización del tiempo de trabajo", aclara.

UGT, que cree que lo conveniente en este momento es convocar las comisiones de seguimiento de los acuerdos para la estabilidad en el empleo y la negociación colectia firmados en 1997 entre empresarios y sindicatos, rechaza las duras críticas lanzadas por Cuevas contra las comunidades autónomas por los acuerdos alcanzados sobre las 35 horas.

A su juicio, es "una exageración alejada de la realidad" la afirmación de Cuevas de que estos acuerdos ponen en quiebra la unidad de mercado. UGT reconoce que estos acuerdos están creando un efecto "indeseable", la aparición de un contexto heterogéneo de medidas para promocionar la reducción de jornada, pero culpa de ello al obierno central por no regular un marco estatal para el fomento del empleo a través de la reducción de jornada.