El documento afirma que más del 75 por ciento de los inmigrantes del Tercer Mundo reconoce haber atravesado en España por momentos de apuro económico, el 38 por ciento consigue vivir al día y el 18 por ciento (unas 75.000 personas) aseguran que no pueden cubrir sus necesidades mínimas.

En 199 había 558.361 extranjeros en todo el Estado que tenían legalizada su situación, a los que hay que añadir otros 294.000 que permanecían en situación ilegal, por lo que en total habría unos 852.361.

Según UGT, las estimaciones de legales realizadas por la Dirección General de Policía (407.647 a finales del año pasado) están realizadas "a la baja", por lo que habría que incrementar esa cifra en un 25 por ciento.

Los últimos datos facilitados por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social e Interor revelan que tras el último proceso de regularización realizado por las autoridades españolas, el número de inmigrantes legales se ha situado en torno a los 540.000.

José María Zufiaur, miembro de la Ejecutiva de UGT, que presentó el estudio junto a Carlos Pereda, del Colectivo Ioé, se mostró partidario de establecer un control sobre la entrada de trabajadores procedentes de otros países, aunque reivindicó para ellos igualdad de condiciones con respecto a los nacionales.

El documento mantiene qe la proporción de extranjeros en la población española sería algo superior al 1 por ciento, de los cuales sólo una minoría solicitan refugio o asilo.

Asimismo, señala que la llegada de personas procedentes de otros Estados europeos se ha multiplicado por seis entre 1960 y 1990 y añade que el 70 por ciento de este colectivo reside en Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga, las islas Canarias y las Baleares.

Respecto a la situación social que presentan esos individuos, sostiene que hay dos tipos fundmentales de inmigrantes: Los asentados, "con la documentanción en regla y un nivel de vida frecuentemente por encima de la media de los españoles", y los económicos, que "se ubican con frecuencia en la economía sumergida".

"De los trabajadores extranjeros por cuenta ajena", agrega, "según la encuesta aplicada por el Colectivo Ioé en 1986 a nivel estatal, más del 80 por ciento percibía una remuneración que se hallaba por debajo del salario medio español".

Esa situación motiva que, a menudo, los qu pertenecen a este colectivo sean considerados como "peligrosos sociales", si bien el trabajo destaca que "se ha exagerado en los medios de comunicación la peligrosidad de los inmigrantes".

El estudio recuerda que la mayoría de las detenciones de extranjeros por tráfico de drogas han sido protagonizados por colombianos en tránsito que no residen en España.

También señala que los inmigrantes ubicados en las escalas más bajas del mercado de trabajo han ido a parar mayoritariamente a la llamada econmía sumergida.

DISTRIBUCION POR SECTORES

Según el estudio, el 55,6 por ciento de los extranjeros residentes en España trabaja en el sector servicios, seguido por el 23,4 por ciento que lo hace en la industria, el 11,3 por ciento en la agricultura y el 9,9 por ciento en la construcción.

En términos relativos los europeos están más presentes en la industria, los africanos en la agricultura y la construcción, los asiáticos, latinoamericanos y norteamericanos en el sector servicios.

Entre los rabajadores no documentados o ilegales, destacarían los trabajos temporeros u ocasionales o bien aquellas ocupaciones para las que resulta difícil encontrar mano de obra autóctona; una parte menor recurre a la prostitución, la mendicidad y a diversas formas ilícitas de ganarse la vida, incluído el tráfico de drogas.

Según la encuesta aplicada por el Colectivo Ioé en 1986, el comercio, incluído el ambulante, es el sector laboral más frecuente. Lo ejercen sobre todo los latinoamericanos del cono Sur, lo centroafricanos y los marroquíes.

El servicio doméstico ocupa globalmente al 17 por ciento de los inmigrante, casi siempre mujeres (filipinas, latinoamericanas y marroquíes) cerca del 60 por ciento de las cuales trabajan como "chicas internas". El 86 por ciento de ellas cobra por debajo del salario mínimo español.

El peonaje agrícola o indsutrial ocupa también a un amplio sector de inmigrantes. Tres cuartas partes son varones, el 26 por ciento analfabetos y 35 por ciento sólo tienen estudios priarios.

Otro dato a resaltar es el que el 7 por ciento de los inmigrantes trabajan como obreros cualificados o especialistas.

Los oficinistas o funcionarios suman el 3 por ciento, siendo más frecuente esta ocupación entre los latinoamericanos. Residen sobre todo en Madrid y Barcelona y su nivel de instrucción es muy elevado, el 70 por ciento con carrera media o superior.

En la categoría de técnico superior, profesión liberal o similar se sitúa el 6 por ciento de los inmigrantes del Tercer Muno. Se trata casi siempre de inmigrantes procedentes de Argentina, Chile, Uruguay o del Medio Oriente.