Cospedal hizo estas declaraciones durante la inauguración de la Convención Nacional que Nuevas Generaciones del PP celebra este fin de semana con motivo del segundo aniversario de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy en las elecciones generales de 2011.

La dirigente popular elogió a los compañeros de Nuevas Generaciones que "fuera y dentro de nuestras fronteras" luchan por los valores democráticos y por la libertad, con mención español a los militantes del PP en Cataluña, País Vasco y Navarra.

Cospedal habló en términos generales sobre distintas organizaciones juveniles del PP pero personalizó los elogios en Ángel Carromero, al que definió como "un compañero que lo ha pasado muy mal".

Los afiliados de Nuevas Generaciones rindieron una sonora ovación a Cospedal por sus palabras y a Carromero, que fue condenada por las autoridades judiciales de Cuba y pasó varios meses en una cárcel de la isla como responsable de la muerte de Oswaldo Payá.

El propio Carromero, que hace pocas semanas fue nombrado secretario general de Nuevas Generaciones de Madrid, se puso en pie para saludar a los compañeros y agradecer el gesto de cariño que Cospedal tuvo con él.

Oswaldo Payá falleció el 22 de julio de 2012 en Cuba, cuando viajaba por carretera en la isla junto al dirigente de Nuevas Generaciones del PP Ángel Carromero. El coche que conducía Carromero se salió de la carretera y se estrelló contra un árbol.

El político español fue condenado a cuatro años de cárcel en la isla como responsable del siniestro, aunque seis meses después fue trasladado a España y ahora dispone del régimen de libertad condicional.

Las autoridades cubanas culparon a Carromero del accidente y de la muerte de Oswaldo Payá, así como de otro compañero del disidente que viajaba dentro del vehículo, Harold Cepero.

Sin embargo, tanto la familia de Payá como Carromero sostienen que el accidente fue provocado por otro coche del régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro, que los empujó y sacó de la vía.

Según la versión aportada por Carromero cuando llegó a España, fueron trasladados vivos a un hospital y allí se enteró posteriormente de que Oswaldo Payá había muerto.