El reparto del material, procedente de Madrid, Lyon (Francia), Dubai (Emiratos Árabes Unidos) y Manila (Filipinas), se produce después de resolverse diversas dificultades logísticas. Esta ONG inició la distribución de kits de higiene y ultima los preparativos para asignar los de cloración y alimentos suplementarios, así como instalar cuatro plantas potabilizadoras.

El director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, señaló que, una semana después de la catástrofe, la ayuda solicitada por el Gobierno filipino está llegando con “lentitud”.

En este sentido, indicó que apenas se ha comprometido un 20% de los 220 millones de euros solicitados por Naciones Unidas, lo que consideró “muy poco” teniendo en cuenta que “en la gran mayoría de ocasiones en este tipo de catástrofes no se hace efectivo el 100% de los fondos comprometidos”.

Por otro lado, los técnicos de Acción contra el Hambre en Tacloban han constatado que la red de agua no ha quedado completamente destruida. “Esto es muy importante porque podrá rehabilitarse rápidamente y, con el apoyo de sistemas de distribución de emergencia y kits de cloración domiciliaria, podremos hacer llegar agua segura a la población en muy poco tiempo”, explicó el responsable de Agua y Saneamiento de Acción contra el Hambre, Pablo Alcalde.

Acción contra el Hambre está desplegando un dispositivo de ayuda para cerca de 400.000 personas, valorado en unos 13 millones de euros para la primera fase de la emergencia.