Según indicó el citado Comité, la huelga, que comenzó el pasado 5 de noviembre, está teniendo efectos colaterales "importantes" sobre las personas con discapacidad, que en algunos casos se están encontrando "con serios problemas" a la hora de salir de sus viviendas, o de transitar por la vía pública con las ayudas técnicas que precisan.

Y es que, abundó Cermi Madrid, los residuos esparcidos en muchas aceras y lugares de tránsito están restando espacio a los viandantes, algo especialmente negativo para los que tienen discapacidad, que se resbalan y tropiezan con la basura.

Tanto es así, considera el comité, que la basura "está poniendo en peligro la integridad física de miles de personas con discapacidad, que se resbalan y tienen tropiezos con la basura que encuentran en su camino".

Por todo esto, la plataforma representativa de los ciudadanos con discapacidad en la Comunidad de Madrid insta a las partes implicadas en el conflicto de la limpieza a adoptar las medidas pertinentes para que finalice la huelga y para que, previamente, se cumplan los servicios mínimos.

Y mientras la huelga persista, finalizó Cermi Comunidad de Madrid, sería preciso procurar que toda zona adyacente a centros sanitarios, de personas mayores, residencias, parques infantiles o cualquier punto neurálgico de similares características estuviese libre de desperdicios, lo mismo que los lugares de tránsito peatonal o instalaciones reservadas a personas con discapacidad.