Este galardón, dotado con 3.000 euros, según afirmó Tendobi en la presentación celebrada este jueves en Madrid, “es el reconocimiento a la labor de tantos congoleños que han hecho posible un sueño que parecía utópico hace pocos años: la existencia de un centro hospitalario de calidad que atiende cada año a cerca de 100.000 congoleños, la mayoría de ellos muy pobres”.

“En el Congo, ni la educación ni la sanidad son gratuitas. Si no tienes dinero para ir a la escuela, no vas. Si no tienes dinero para pagar al médico o para comprar medicinas te mueres en casa o en la calle. En Kinshasa la sanidad y la educación son excesivamente caras y de difícil acceso para la mayoría de la población”, denunció la doctora.

Celine Tendobi recordó asimismo la “absoluta pobreza” que se vive en este país africano y la violencia e inestabilidad existentes tras tres guerras provocadas por la explotación de las riquezas naturales de la zona, principalmente de coltán, material utilizado para fabricar dispositivos electrónicos. A todo ello hay que añadir la “deficiente sanidad”, la falta de acceso al agua potable y la malnutrición. Según el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, destacó la doctora, el Congo ocupa el penúltimo lugar.

En la actualidad, Celine Tendobi trabaja en el Centro Hospitalario Monkole y coordina la atención a mujeres embarazadas en los centros ambulatorios dependientes ubicados en lugares de difícil acceso en la selva congoleña, después de haber especializado en ginecología y obstetricia en diversos estudios cursados en España.

A pesar de haber conseguido un trabajo en España, la doctora Tendobi decidió regresar a su país. “La salud del Congo depende de nosotros mismos. Sabía que podía hacer mucho en mi país y tenía que volver a ayudar a salvar muchas vidas”, argumentó.

Desde 2008 se han beneficiado de su trabajo 30.000 mujeres con embarazos de riesgo. Además, en 2007 fundó el Centro Piloto de la Transmisión del VIH-sida de la madre al niño de la República Democrática del Congo, en el que han sido atendidas más de 5.000 mujeres. En un año, entre 2011 y 2012, la infección del sida disminuyó en un 25 por ciento.

La doctora también ha promovido una escuela de enfermeras en la que 500 congoleñas han cursado la carrera. Con todos estos proyectos ha logrado reducir la mortalidad infantil en la zona, que superaba el 50% a un 20%, y el riesgo de muerte durante el embarazo del 50% a un 18%. En la actualidad promueve un centro materno-infantil en Kinshasa.