El director general de la patronal, Aniceto Zaragoza, explicó hoy en rueda de prensa que, tras iniciar el ejercicio con bajones superiores al 50%, la situación se ha ido recuperando lentamente, hasta llegar a descensos del orden del 10%.

Para 2010, el sector augura una caída adicional que se situará entre el 5% y el 10%, sobre todo durante el primer semestre, de la mano de la caída del número de promociones.

Oficemen calcula que el número de viviendas nuevas se situará cerca de las 100.000 en el próximo año, lo que contribuirá a reducir el stock de vivienda pero afectará negativamente a la construcción y, en concreto, al cemento.

Por ello, Zaragoza confió en que la colaboración público-privada y el impulso de la obra pública y las infraestructuras contribuyan a la recuperación de la situación.

Por otro lado, el presidente de Oficemen, Jean Martín-Saint León, criticó duramente la política energética del Gobierno, que resta "competitividad" a la industria cementera española frente a la de otros países que cuentan con más apoyos públicos. En este sentido, sostuvo que, para poder competir en el mercado internacional, hace falta contar con unas reglas del juego homogéneas. "Nuestras plantas están sometidas a criterios más estrictos de reducción de emisiones de CO2, por lo que están en desventaja", dijo.

Los portavoces del sector cementero arremetieron también contra la subida de la tarifa eléctrica, prevista para enero.

El presidente de Oficemen acusó al Ejecutivo de tener poca "credibilidad" cuando, por un lado, hace pagar a través de la tarifa eléctrica su apuesta por las energías renovables, y por otro lado también incluye en la tarifa las ayudas a un producto "anticompetitivo" como el carbón.

Por ello, advirtió de que "excesos" como un encarecimiento de la energía para el sector del 80% en dos años, obligarán a tomar "medidas duras" e introducen el riesgo de la deslocalización de esta industria.

Un argumento que también defendió el vicepresidente de la patronal y director general de Cemex, Joaquín Estrada, quien tachó de "poco clara" la política energética española. Algo que, a su juicio, provoca que "no podamos plantearnos inversiones a largo plazo ni de un monto alto".

De hecho, el sector sólo garantiza, en la actual coyuntura, las inversiones dedicadas al mantenimiento de las plantas, a su seguridad y al cumplimiento de las normativas medioambientales.

Las cementeras españolas están haciendo "esfuerzos para mantener todas las plantas en operación y para mantener el empleo". Pero, "si la situación no remonta, será complicado" en un momento en el que "clientes serios, de toda la vida, están teniendo problemas de crédito".

PRODUCCIÓN

Oficemen calcula que, al término del año, la producción de cemento rondará los 27,5 millones de toneladas (-31,16%); y la de clínker, los 20 millones de toneladas (-22,32%).

Las exportaciones del sector se elevarán a 2,7 millones de toneladas de material (+27,38%) y las importaciones bajarán un 63%, hasta los 2,5 millones de toneladas. Con todo, actualmente un 10% del cemento que se consume en España procede del exterior, es decir, es importado.

Para impulsar la demanda y, con ella, la producción, Oficemen pide "una mayor exigencia para que los edificios sean sostenibles"; mayor utilización de biocombustibles en el transporte y la recuperación de los residuos en las cementeras; y mejoras de los incentivos fiscales a la rehabilitación de viviendas, entre otras medidas.