El representante de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) en Filipinas, Bernd Schell, subrayó que “comida, agua, vivienda y salud son las prioridades inmediatas” que esta organización humanitaria ha analizado para atender a las víctimas de este desastre natural.

Shell apuntó que “cada minuto cuenta” para “satisfacer las necesidades más urgentes” de la población afectada, para lo cual consideró “importante” la coordinación entre las autoridades filipinas y las organizaciones humanitarias.

Tras el paso del tifón por el archipiélago filipino, el pasado viernes, el personal y los voluntarios de la Cruz Roja de este país participan activamente en las labores de búsqueda y rescate de personas, así como en la entrega de suministros a la ciudad de Tacloban y otras zonas afectadas, seriamente afectada por dificultades logísticas.

La Cruz Roja de Filipinas ha desplegado equipos de emergencia para hace frente a las operaciones de socorro. Este país se ha visto afectado por varios desastres en los últimos meses, entre ellos un terremoto de 7,2 grados en Bohol y tifones e inundaciones en Luzón, con lo que esta institución humanitaria cuenta con equipos que ya estaban trabajando en muchas áreas afectadas por el tifón.

La FICR lanzará este martes, 12 de noviembre, un llamamiento de emergencia para incentivar el apoyo a la Cruz Roja de Filipinas y permitir así la entrega de ayuda humanitaria a miles de familias. Algunas sociedades nacionales de esta organización, como la Cruz Roja Americana, la Cruz Roja Australiana y la Cruz Roja Británica, también han lanzado llamamientos de emergencia.

El tifón ‘Haiyan’, uno de los más poderosos jamás registrados, atravesó el pasado viernes la región de las Bisayas y tocó tierra en cinco ocasiones en las provincias de Samar Este, Leyte, Cebú, Panay y Palawan. La combinación de fuertes vientos y elevadas aguas de mar ha afectado a edificios, comunidades y familias.