Filipinas. Cuatro millones de niños están afectados por el tifón, según Unicef
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Alrededor de cuatro millones de niños podrían verse afectados por los efectos del tifón ‘Haiyan’ en Filipinas, según señaló este lunes Unicef, que está acelerando la distribución de suministros de emergencia en las regiones devastadas por este desastre natural.
Esta agencia de la ONU prepara ya suministros adquiridos en proveedores de Filipinas, como alimento terapéutico para niños, equipos sanitarios y kits de agua e higiene para apoyar a 3.000 familias de las zonas afectadas, que serán distribuidos prioritariamente en el área de Tacloban tan pronto como sea posible el acceso a este lugar.
El representante de Unicef en Filipinas, Tomoo Hozumi, subrayó “mientras analizamos la situación para conocer mejor el impacto de esta devastadora crisis, lo que tenemos claro es que hay más niños afectados de lo que pensamos en un primer momento".
Hozumi indicó que Unicef se está “apresurando” para conseguir “suministros esenciales para los niños, que son los más afectados por esta crisis”. "Es muy difícil llegar a las zonas más afectadas, ya que hay problemas de acceso debido a los daños causados por el tifón a las infraestructuras y las comunicaciones. Pero estamos trabajando día y noche para encontrar la manera de conseguir que estos suministros lleguen a los niños tan pronto como las condiciones lo permitan", añadió.
El almacén de suministros de Unicef en Copenhague (Dinamarca) ha fletado un contingente valorado en 1,3 millones de dólares (casi un millón de euros), que servirá para apoyar a unas 10.000 familias con productos destinados a los afectados por el terremoto que azotó recientemente Bohol. Entre los materiales enviados hay tabletas potabilizadoras de agua, jabón, kits médicos, lonas y suplementos alimentarios.
Unicef apuntó que los niños que han sobrevivido al tifón necesitan ayuda urgente para recuperarse de las secuelas de la tormenta y mostró su “especial preocupación” por el impacto en la salud de los habitantes, ya que el desastre ha producido daños en los sistemas de agua y saneamiento.
“Los niños también necesitan espacios seguros y protegidos para poder jugar y volver a estudiar, mientras los adultos trabajan para recuperar sus hogares y los medios de subsistencia”, agregó Hozumi.
(SERVIMEDIA)
11 Nov 2013
MGR