Según este dictamen, el BCE o las autoridades nacionales competentes deberían tener "competencia exclusiva" para evaluar si una entidad de crédito está en graves dificultades o en peligro de quiebra.

Por tanto, la evaluación supervisora será una condición previa necesaria para la aplicación de un procedimiento de resolución a una entidad de crédito, recuerda el organismo.

El BCE muestra así su respaldo a la creación de un mecanismo único de resolución, puesto que la centralización de la adopción de decisiones en materia de resolución fortalecerá la

estabilidad de la Unión Económica y Monetaria.

La institución que preside Mario Draghi ofrece también su apoyo al calendario previsto para la entrada en funcionamiento efectiva del MUR el 1 de enero de 2015. "Una vez que el mecanismo único de supervisión esté operativo y la supervisión se eleve al nivel europeo, lo mismo debería aplicarse a la resolución", precisan.

El BCE sostiene que el Mecanismo Único de Resolución debería incluir todas las entidades de crédito de los Estados miembro de la UE que participan en el mecanismo único de supervisión.