Según explicó la Policía, los arrestados utilizaban dos casas de campo para almacenar, secar y procesar el estupefaciente. En los registros realizados se han intervenido 1.000 plantas en diferentes fases de crecimiento y 60 kilogramos de cogollos.

Las investigaciones se iniciaron a partir de datos recabados en una operación anterior, en mayo, en la que se desmantelaron varias plantaciones de marihuana en la misma zona, con la detención de tres personas de nacionalidad española, de los que se detectaron relaciones con otras personas dedicadas a labores similares.

Así, se localizó un invernadero de grandes dimensiones dotado de dispositivos de videovigilancia, donde se habían intercalado las plantas de marihuana con otras de tomates para impedir su detección.

Una vez identificados todos los miembros de la organización criminal, se llevó a cabo un dispositivo para detenerlos y desmantelar el invernadero, en el que se incautaron de 1.000 plantas de marihuana en crecimiento.

Además se realizaron dos registros en casas de campo de la misma zona, en las que se intervinieron otras 400 plantas en proceso de secado, con un peso total de 60 kilogramos. También fueron intervenidos 270 gramos de hachís y una escopeta de caza.

Como consecuencia de esta operación han sido detenidas siete personas, cinco varones y dos mujeres, todos de nacionalidad española y con edades comprendidas entre los 24 y los 46 años. A todos los detenidos se les imputa un delito contra la salud pública.