"Su objetivo es impulsar la mejora de la eficiencia de su actividad, reduciendo el desperdicio alimentario a lo largo de toda la cadena de suministro", dijo Burgaz en la inauguración de la Jornada #Anticipa2 que se celebró bajo el lema "El desperdicio alimentario: un problema global, enfoques prácticos".

En relación con la fase de la producción primaria, el director general indicó que las pérdidas y el desperdicio de alimentos se pueden dividir en dos categorías: "la de alimentos que no se cosechan y los alimentos que se pierden o desechan entre la cosecha y la venta de origen".

En cuanto a la fase de gestión – transformación, Burgaz recordó que la principal causa de pérdidas de alimentos en los países desarrollados se basa en la eliminación de los productos "según los criterios de calidad comercial, así como por el deterioro de las materias primas o los envases dañados o no adaptados a las necesidades de los consumidores".

En tercer lugar, y dentro de la fase de distribución, las pérdidas, según apuntó Burgaz, se deben al transporte y manipulación inadecuados, a una mala interpretación de las fechas de caducidad y consumo preferente, a una inadecuada manipulación del consumidor en los autoservicios, a los estándares comerciales y a los cambios en las preferencias del consumidor.

Por otra parte, y dentro de la fase de consumo, Burgaz diferenció el desperdicio en hogares y en restauración. En el caso de los hogares explicó que se basa en los malos hábitos a la hora de planificar y hacer la compra, a la gestión inadecuada de los alimentos y a la falta de comprensión de la información indicada en las etiquetas. En la restauración, sin embargo, las causas son la dificultad de planificación entre la oferta y la demanda o el hecho de trabajar con productos de vida útil corta.

Como última fase el Catálogo contempla la de canales cortos de comercialización, un apartado específico que se incluyó al considerar que "el fomento de las relaciones directas entre productores y consumidores, acortando la cadena de distribución, contribuye a la reducción de las pérdidas y a un mejor aprovechamiento de los alimentos".

EMPRESAS Y ASOCIACIONES DEL SECTOR

En la Jornada también participaron empresas, asociaciones del sector y organizaciones sin ánimo de lucro, que dieron a conocer las iniciativas que han puesto en marcha para concienciar e inculcar hábitos de consumo responsable respecto al desperdicio alimentario, tanto en sus organizaciones como para la sociedad.

Así Carrefour expuso su política basada en la prevención y en la implementación de nuevas prácticas de eficiencia, en maximizar el uso del "excedente" y en generar valor mediante la valorización de los desechos, llevando a cabo una política activa de responsabilidad social.

En el apartado de consumidores, Hispacoop (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios) ofreció detalles de la campaña "Sin desperdicios: aprovecha la comida" que da continuidad a la iniciativa puesta en marcha en 2012, para sensibilizar y concienciar sobre la necesidad de reducir los desperdicios alimentarios en el ámbito doméstico, fomentando el correcto aprovechamiento de los alimentos.

En el ámbito de las organizaciones sin ánimo de lucro, la presencia del Banco de Alimentos de Barcelona permitió conocer el funcionamiento de un sistema de micro-donaciones implantado en su región, que mejora la eficiencia en la redistribución de alimentos, así como del excedente alimentario generado en la región, coordinado por el Banco de alimentos y numerosas empresas de alimentación.