Según informó la Policía, en el marco de esta operación se han llevado a cabo cinco registros (dos de ellos en naves industriales) en las localidades Leganés, Getafe y Perales del Río, todos ellos en la provincia de Madrid. Entre los efectos intervenidos se encuentran más de 100 llaves falsas y 30 para copias, además de dispositivos electrónicos para vulnerar sistemas de seguridad.

Los arrestados manipulaban los números de bastidor y posteriormente vendían los coches en el extranjero, a través de Internet o en locales de compraventa. Se calcula que la banda podría haber robado, al menos, 60 coches.

Esta operación se ha producido después de que desde Bulgaria se informase de la existencia en Bulgaria de varios automóviles sustraídos que portaban matrícula española.

Al parecer, un grupo organizado radicado en España podría ser el responsable de dicho tráfico ilícito. Los investigadores lograron identificar a algunos de los miembros de este grupo, que parecía especializado en una marca específica -y en concreto en dos de sus modelos-, aunque no descartaban otros vehículos.

El modo de operar de los detenidos era doble, bien mediante sustracciones o utilizando automóviles siniestrados, y sustraían con especial discreción las documentaciones de vehículos para que los propietarios no se percataran de ello.