La ‘ciudad fantasma’ por el tsunami de Japón aspira a renacer en 2018

- Las personas con discapacidad y los mayores, sectores de la población prioritarios en la reconstrucción de Rikuzentakata

MADRID
SERVIMEDIA

Rikuzentakata, una de las ciudades más afectadas por el tsunami y posterior terremoto y problema nuclear de Fukushima que asoló la costa este de Japón el 11 de marzo de 2011, podría ser reconstruida completamente en marzo de 2018 con criterios inclusivos para dar cabida especialmente a personas con discapacidad y mayores.

Así lo afirmó este martes el alcalde de Rikuzentakata, Futoshi Toba, durante una visita realizada a este lugar por la jefa de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr, según sus siglas en inglés), Margareta Wahlström.

El regidor de esta localidad barrida por el tsunami aseguró que su objetivo es hacer que el municipio sea un referente mundial de la reurbanización inclusiva. “Podemos empezar de cero y asegurarnos de que todos los ciudadanos están integrados en el proceso de planificación y reconstrucción, en particular las personas con discapacidad y las personas mayores, que fueron los más expuestos por el desastre del 11 de marzo”, explicó.

Toba reiteró que “Rikuzentakata tiene la oportunidad de convertirse en una ciudad modelo para el mundo" y que “tiene mucho que mostrar en los procesos de reconstrucción inclusivos que pueden ayudar a otras ciudades del mundo a estar mejor preparadas frente a los desastres. Esperamos poder compartir esta experiencia con el mundo".

La Unisdr subrayó que las personas con discapacidad sufrieron el doble que el resto los efectos de esta catástrofe, y que las personas mayores representaban más de un 33% de la población de Rikuzentakata.

OLAS DE 13 METROS

Unos 2.000 de los 24.000 habitantes de esta ciudad nipona murieron el 11 de marzo de 2011 al verse envueltas en olas de hasta 13 metros de altura, según Toba, quien asumió el cargo sólo un mes antes de este desastre y perdió a su mujer durante la catástrofe.

Entonces, más de 3.000 edificios quedaron destruidos, incluyendo el ayuntamiento, la biblioteca, muchos hospitales y escuelas, los parques, las infraestructuras públicas y hectáreas de árboles de pino. Además, el tsunami dejó tras de sí miles de personas sin hogar y más de 900.000 toneladas de residuos.

Toba comentó que la ciudad está ya despejada de las montañas de escombros y que la siguiente fase será la reconstrucción, “que es más complicada porque hay muchos problemas financieros y burocráticos que resolver”.

El plan de reedificación de Rikuzentakata incluye la reconstrucción de la pared del mar y la elevación de la infraestructura pública, como carreteras, y de las casas, con el fin de que queden protegidas contra futuros tsunamis.

Toba pronosticó que el municipio volverá a la normalidad completamente en marzo de 2018 y deseó que las personas afectadas regresen progresivamente a la ciudad para ayudar a que reactive la zona. “Queremos crear comunidades donde todos se sientan seguros y estén incluidos en el proceso de reconstrucción”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
05 Nov 2013
MGR