Según datos proporcionados a Servimedia por el administrador ferroviario, en 2009 los robos en la red convencional supusieron el 75% del cable sustraido, un total de 57.038 metros. El resto, 18.891 metros, desaparecieron en actos vandálicos que afectaron a las líneas de alta velocidad.

En 2008, la proporción fue similar ya que la red convencional acaparó el 80% de las incidencias. De los 578 robos descubiertos por ADIF, 463 correspondieron a la red convencional y 115 a la de alta velocidad.

La cotización del cobre en la bolsa de Londres -la London Metal Exchange (LME)- se situaba en 7.000 dólares por tonelada al inicio de 2008 y tras mantener una media superior a los 8.500 dólares alcanzó el máximo de 9.000 en junio. Después se mantuvo en niveles por encima de los 7.000 hasta septiembre, cuando se desplomó hasta alcanzar los 3.500 dólares y cerró el año a unos 3.000.

En 2009 empezó a subir de precio, aunque se mantuvo muy lejos de los máximos de 2008. Así, en abril se situaba en los 5.000, en septiembre en los 6.500 dólares y a finales de año cotiza a 7.000 dólares, cifra similar a la del arranque de 2008.

AUMENTO DE SEGURIDAD

Además del menor atractivo del coste del cobre, ADIF aumentó la seguridad en los puntos donde se produjeron más robos y este factor ha ayudado también a reducirlos.

Pese a ello, un portavoz del administrador admite que “es imposible acabar con esta práctica” porque la red ferroviaria alcanza los 13.000 kilómetros en toda España “y eso es algo inabarcable”.

Además, explicó que en algunos casos los robos son cometidos por bandas muy organizadas que han sido incluso capaces de sustraer 10.000 metros de cable en un solo hurto.

Como el precio del cobre es ahora similar al de principios de 2008, en 2010 quedará claro qué factor ha influido más en el descenso de los robos: el incremento de las medidas de seguridad o la bajada de la cotización de este metal.