Así le respondió a la diputada de Amaiur Onintza Enbeita, quien previamente le había interpelado sobre la “posición del Gobierno en relación a los malos tratos infligidos por los miembros de los organismos encargados de hacer cumplir la ley y la impunidad de la que dichos miembros gozan, por ser una cuestión de Derechos Humanos sumamente inquietante y de larga data en España”.

“Lo que es una tortura es escuchar lo que usted acaba de decir. Que usted, señoría, que pertenece al único grupo político de un parlamento europeo que no condena el terrorismo y que ha hecho de la vulneración de los derechos humanos, empezando por el más elemental, que es el derecho a la vida, su vía de conducta política, suba a esta tribuna intentado convertirse en adalid de la defensa de los derechos humanos y de la lucha contra la tortura, es un sarcasmo, por no decir que es una vergüenza escucharla”, dijo el ministro del Interior.

Recordó que el etarra José Javier Arizkuren Ruiz, alias “Kantauri”, está siendo juzgado en la Audiencia Nacional por el asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y de su esposa, Ascensión García Ortiz. Ocurrió el 30 de enero de 1998 en Sevilla. La pareja tenía tres hijos.

“Su manifestación de arrepentimiento ha sido manifestar ante la Audiencia Nacional que es de ETA, decir en euskera que no reconoce el tribunal y que no tiene nada que decir. ¿Tiene usted algo que decir? ¿Pide perdón por haber amparado durante tantos años su grupo político las acciones de ETA?”, inquirió el ministro.

Fernández Díaz criticó a la diputada de Amaiur que subiese a la tribuna para hablar de torturas y derechos humanos cuando su coalición “todavía no ha exigido al a banda terrorista ETA de una vez por todas que pida perdón y que se disuelva”.

HECHO INCONTESTABLE

Para el ministro, es “incontestable e innegable” la actividad terrorista de ETA durante más de 40 años que, “amparada, jaleada y aplaudida por el mundo político” al que pertenece Amaiur, ha dejado más de 850 muertos, miles de heridos, vascos a los que expulsaron de su tierra y el daño al a convivencia en el País Vasco y en el conjunto de España.

“Usted parten falso y perverso maniqueísmo de pretender que el mundo de la izquierda ‘abertzale’ al que usted representa está por la defensa de los derechos humanos y el Estado de derecho, todo lo contrario. Que, en definitiva, ustedes son militantes políticos que defienden la paz, la dignidad de la persona, la vida y su libertad y que el resto somos los que amparamos la tortura y la violencia ilegítima”, espetó el ministro.

Señaló que mientras Amaiur y sus antecesores “han compartido el viaje junto a una banda terrorista”, el resto se ha dedicado a intentar convivir y a crear un sistema de libertades que es el que permite que sus diputados hablen en el hemiciclo de la Cámara Baja “con libertad de expresión, diciendo las barbaridades, mentiras e injurias que ha proferido” hoy.

Asimismo, preguntó a la diputada Enbeita si se cree que él se ha “caído del guindo” y no sabe que durante años ETA empleó la denuncia sistemática de presuntas torturas como estrategia de defensa y recordó que sólo una parte muy pequeña de las mismas terminaron probándose y, en consecuencia, condenándose.

El ministro del Interior aclaró en la tribuna del hemiciclo que lo que ha habido en España en los últimos 40 años “no ha habido una guerra, sino una banda que ha querido imponer sus tesis al conjunto de la sociedad”.

Por su parte, la diputada de Amaiur Onintza Enbeita le dijo al ministro: “Una vez más me echa en cara que como miembro de Amaiur no soy nadie para dar lecciones, y probablemente no lo sea, pero mal sitio es este para aprender de democracia”.

Para Amaiur, es un hecho que “la policía tortura y el Estado indulta, sea cual sea el color del uniforme”, porque, aseguró, para el Gobierno “hay víctimas de primera y de segunda”.

TEMA TABÚ

Señalo que el “compromiso” de Amaiur con la defensa de los derechos humanos es lo que le ha llevado a plantear en la tribuna de la Cámara Baja el tema “tabú” de las torturas por parte de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Hizo hincapié en la circunstancia de que los detenidos por terrorismo faciliten todos los datos imaginables cuando son sometidos a incomunicación, lleguen a la cárcel autolesionados y se encuentren con que todos sus compañeros han sido detenidos. “La incomunicación posibilita y facilita la tortura”, dijo.

Tras enumerar las torturas denunciadas por personas detenidas por terrorismo, Onintza Enbeita afirmó que la “venganza, sacar información y sembrar el miedo” son los tres pilares de la tortura. Asimismo, preguntó al ministro por qué el Gobierno no investiga las denuncias por torturas.