El informe de la Secretaría General del Congreso analizado este martes por la Mesa de la Cámara concluye que la entrada de agua en el hemiciclo "fue provocada por el atasco originado en una de las bajantes y en ningún caso por defectos constructivos de la nueva cubierta, que resistió con solvencia la importante descarga de agua que tuvo lugar ese día".

Según ese informe, "la lluvia hizo que una de las bajantes del edificio rebosara, inundando el canalón y provocando un embalsamiento de agua que se filtró por la nueva rejilla de ventilación, cayendo directamente en la tribuna de prensa del hemiciclo".

Ese embalsamiento se produjo en el falso suelo de la cubierta "y no era fácilmente detectable". Está compuesto por una estructura de madera que forma el techo de la tribuna y otra estructura, a unos noventa centímetros de altura, que forma el piso de la cubierta. Por ello, para la localización de la entrada de agua "se tuvieron que desmontar varias tablas" de esa estructura.

El informe destaca que pese a lo imprevisto de lo ocurrido, de la dificultad para detectar el origen de la filtración y de la complejidad de coordinar todas las actuaciones, la sesión plenaria pudo reanudarse "sólo dos horas después de que la avería se hiciese visible".

"La filtración no ha ocasionado desperfectos de importancia y únicamente será necesario tapar los orificios abiertos para acelerar el desagüe y pintar la zona afectada", concluye.