Otro siniestro minero en la comunidad que también superó en gravedad al registrado hoy se produjo el 18 de octubre de 1979, cuando una explosión de grisú provocó el fallecimiento de diez mineros en la mina de Caboalles de Abajo. Más grave aún fue el accidente que se produjo en una mina de Barruelo de Santullán (Palencia) un 21 de abril del año 1941, cuando de nuevo el grisú segó la vida de 18 mineros cuando extraían mineral.

La última vez que la minería leonesa se vistió de luto antes del gravísimo accidente de hoy fue el 18 de julio de 2011, cuando un minero de 41 años perdió la vida tras sufrir una electrocución en el interior de una explotación de Alto Bierzo (perteneciente al grupo Viloria) que se conoce como pozo Malabá, en el municipio de Torre del Bierzo. Según informaron fuentes de la empresa, el trabajador recibió una descarga de baja tensión mientras realizaba una revisión eléctrica.

Dentro de esta actividad extractiva, cabe recordar también el fallecimiento, el 10 de marzo del pasado año, de un trabajador de 37 años de la Base Minera Jarrinas de Santa Cruz del Sil (León), tras caer con la excavadora que conducía a una balsa de unos tres metros de profundidad.

Los datos de siniestralidad que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ponen de manifiesto que en los últimos diez años, entre 2003 y 2012, un total de 19 trabajadores relacionados con la actividad extractiva del carbón perdieron la vida en accidentes laborales en la comunidad. En concreto, en 2004 y 2005, se contabilizaron cuatro fallecidos en cada periodo; en 2003 y 2011, tres en cada ejercicio; en 2008, dos; y en 2006, 2010 y 2012, uno, cada año.