Según informaron hoy estos colectivos, el pasado 21 de octubre se celebró un homenaje durante el funeral de las víctimas en Italia, al que no se permitió acudir a los 155 supervivientes del naufragio.

La conmemoración tampoco contó con la presencia del primer ministro, Enrico Letta, aunque “paradójicamente sí asistieron los embajadores de los países del cuerno de África, precisamente los representantes de aquellos regímenes de los que huía la mayor parte de las víctimas”. Fue la presencia del embajador de Eritrea, el Estado de origen de la mayoría de ellos, la que más indignación causó entre los familiares.

De acuerdo con la fundadora de la Comisión Internacional de los refugiados de Eritrea, Meron Estefanos, y con el sacerdote eritreo de la agencia Habeshia Mussie Zerai, este homenaje fue “una auténtica farsa y una artimaña política”.

Ambos visitaron el campamento general de la policía en Agrigento, donde los familiares acudieron para identificar a las víctimas. Allí pudieron constatar la “gran desorganización de todo el proceso” y cómo “muchas familias estaban confundidas, angustiadas y no lograban obtener información adecuada”.

Además, “un representante del régimen eritreo controlaba este proceso, cuando tendría que haber estado en manos de las autoridades italianas”, criticaron ambos.

“Este hecho ha causado mucho dolor y ha retrasado la identificación, prosiguieron, pues muchos familiares no se sentían cómodos dando información a los representantes de un régimen del que muchas de las víctimas huían”.

Asimismo, advirtieron de que miembros del Gobierno de Eritrea se presentaron como representantes oficiales del Gobierno italiano e hicieron circular un impreso entre los familiares en el que reclamaban el pago de 150 euros para realizar la prueba de ADN, cuando la Cruz Roja italiana había ofrecido ese servicio de forma gratuita.

Una vez en Lampedusa, Estefanos y Zerai no pudieron visitar el campamento donde se hallan los refugiados, pese a que ellos mismos habían solicitado el encuentro. ”Los supervivientes no saben cuánto tiempo permanecerán en Lampedusa ni dónde serán trasladados después”, aseguraron.

Además, prosiguieron, hay que tener en cuenta que muchos de ellos perdieron a sus parejas, hermanos y amigos, y que fueron víctimas de tortura, trata y violaciones durante la travesía desde sus países de origen, por lo que precisan “atención médica y psicológica”.

Finalmente, dijeron que varios supervivientes insistieron en que dos embarcaciones de la Marina italiana se acercaron a la suya antes de naufragar sin atender a sus llamadas, con lo que la tragedia podría haberse evitado.

Por todo ello, las ONG reclamaron a Italia “una investigación independiente de lo sucedido”, y exigieron la concesión de la ciudadanía a todos los supervivientes.

También pidieron atención psicológica para las víctimas, e instaron a los Estados miembros de la UE a acoger a todos los migrantes retenidos en Lampedusa.