Los portavoces de Presupuestos, Joan Rangel, y de Hacienda, Pedro Saura, presentaron las enmiendas poco antes de concluir el plazo para registrarlas, después de que la mayoría absoluta del PP tumbara las once enmiendas de totalidad.

Insisten en que en el texto del Gobierno "no se vislumbra un proyecto generador de recuperación" y, más bien al contrario, profundiza la devaluación salarial y el empobrecimiento de la sociedad.

Con sus enmiendas, el PSOE pretende "reorientar" el proyecto para que sea capaz de impulsar el crecimiento y la creación de empleo, y también recuperar la cohesión social.

Las enmiendas se articulan en cinco ejes, el primero de los cuales va en la línea de la reforma fiscal que propone el PSOE, con un aumento de los impuestos para las grandes fortunas, las transacciones internacionales, la modificación del Impuesto de Sociedades o la lucha contra el fraude.

Con ello demuestran, aseguran, la viabilidad de un aumento de ingresos que permitiría financiar buena parte de sus otras enmiendas.

Proponen aumentar en 5.000 millones la financiación para pymes, emprendedores y autónomos, de forma que el total de fondos destinados a ese objetivo podría llegar a los 20.000 millones.

Además, proponen destinar unos 2.055 millones a impulsar un nuevo patrón de crecimiento; unos 1.395 a políticas activas de empleo; y 2.178 a fortalecer las partidas del Estado del bienestar.

Entre ellas, incluyen 575 millones para políticas de educación, como la derogación de las nuevas limitaciones para becas, el acceso a libros de texto o la garantía de la calidad de la educación, además de asegurar la viabilidad del pacto por la ciencia.

En sus enmiendas, el PSOE propone actualizar al deflactor del PIB el Salario Mínimo Interprofesional, los sueldos de los empleados públicos y las pensiones.