Temporal. La sal vertida contra la nieve puede contaminar ríos y afectar a la fauna

- Greenpeace propone cambiarla por arena o gravilla

MADRID
SERVIMEDIA

La sal que se está vertiendo para combatir la nieve en aceras y calzadas puede llegar a contaminar ríos y acuíferos e, incluso, afectar a la fauna, según alerta Greenpeace.

Según dijo a Servimedia el responsable de la campaña de Contaminación de esta ONG, Julio Barea, la sal se está utilizando en zonas arboladas, en puertos de montaña “e, incluso, en zonas protegidas”, y está produciendo una salinización de las aguas.

Barea explicó que en países del centro y norte de Europa, “donde las heladas y nevadas son continuas”, la sal está “absolutamente prohibida, porque es un contaminante más”.

Al llegar a las aguas potables con el deshielo (ríos, acuíferos), las toneladas de sal que se están vertiendo “afectan a la vida vegetal y a la fauna”, y “las depuradoras con que cuentan normalmente las ciudades no son capaces de quitarla”.

Los ecologistas creen que la sal podría usarse “puntualmente”. Para nevadas y heladas prolongadas proponen echar “una capita” de grava natural o de arena, que también evitan resbalones y “luego sólo habría que barrerlo”. Los países nórdicos también usan fundentes sintéticos.

(SERVIMEDIA)
16 Dic 2009
LLM/caa