Los meses comprendidos entre junio y octubre de 2014 son los más señalados por los dirigentes socialistas de las diversas federaciones a la vista de los últimos acontecimientos.

Cada vez son menos los que abogan abiertamente por convocarlas antes de las europeas, previstas para el 25 de mayo del próximo año. Muchos lo consideran precipitado y la mayoría alerta del efecto negativo que podría tener sobre el candidato recién elegido el resultado de unas elecciones en las que, incluso en caso de empate con el PP, los dos grandes partidos pueden sufrir un varapalo.

La federación más potente, la de Andalucía, está ahora pendiente de su próximo congreso, en el que, salvo sorpresa, Susana Díaz relevará a José Antonio Griñán en la Secretaría General. Después, el reto de los socialistas andaluces, dicen desde esa federación, será consolidar a Díaz en la Presidencia de la Junta y despejar el horizonte de gobernabilidad. Aseguran, por tanto, que no tienen interés alguno en acelerar las primarias en el PSOE.

Tampoco lo tiene otra de las grandes federaciones socialistas, la valenciana, cuyo secretario general, Ximo Puig, busca concurrir a sus propias primarias autonómicas antes incluso de las europeas para centrar los esfuerzos a partir de ahí en el horizonte electoral de la comunidad.

Por su parte, el PSC tiene sus energías puestas en intentar contener la tensión territorial que viven Cataluña y el resto de España y sobrevivir a un escenario en el que corre el riesgo de quedar desdibujado entre posiciones más extremas.

NEGOCIAR TRAS LA CONFERENCIA POLÍTICA

Con esas tres federaciones a otras cosas, quedan en minoría quienes siguen pugnando por convocar las primarias antes de las europeas, pero también son muy pocos los que tolerarían un aplazamiento más allá del otoño de 2014.

Conscientes de esa situación, en la dirección federal han dejado claro que el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, pretende negociar con los dirigentes territoriales la fecha de las primarias, una vez que haya pasado la Conferencia Política.

La preocupación que el entorno de Rubalcaba no oculta es que todo el trabajo de más de un año para actualizar y redefinir el ideario del PSOE quede neutralizado por el debate interno sobre la fecha de las primarias.

Por ello, en los últimos días han intentado apaciguar a los más impacientes con el compromiso de negociar esa fecha antes de final de año y llevarla al Comité Federal en diciembre. Con ello, confían en que la Conferencia Política pueda centrarse en el debate de contenidos y dejar para después la concreción de las primarias.

Algunos ya han mostrado su temor a que la falta de acuerdo en esa negociación pudiera seguir retrasando la convocatoria de las primarias, y alertan, en ese sentido, de la necesidad de tenerlas resueltas meses antes de las municipales y autonómicas.

Primero, dicen, porque los candidatos a esos comicios también tienen que salir de sus propias primarias, y para entonces el PSOE debería estar "revitalizado" con un candidato que aporte valor a las siglas en los territorios.

Segundo, porque el candidato a la Presidencia del Gobierno necesitará tiempo para rodarse en su papel, y hay que contar con la posibilidad de que el presidente, Mariano Rajoy, adelante las elecciones.