Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Duran alertó a Rajoy de que, si no es capaz de encabezar una respuesta "de Estado" a la situación de Cataluña, se encontrará con una declaración de independencia unilateral, que no sería buena ni para Cataluña ni para España.

Duran dejó claro que no se trataba de ninguna "amenaza" sino de una advertencia sobre lo que él cree que puede pasar si el presidente sigue sin dar una "respuesta politica" a la altura del conflicto existente.

Le pidió que haga política y pedagogía, y que agrupe al Gobierno, a los principales partidos y a las instituciones para responder a una situación detrás de la cual hay "un gran apoyo social".

Tras la intervención de Duran, parlamentarios socialistas valoraban el contenido y también "la forma" en que el portavoz de CiU se había dirigido al presidente.

Explicaban que en el Gobierno central parecen "no creer" que eso pueda pasar y no asumen la necesidad de tomar las riendas de la situación y dar una salida que evite la confrontación.

Algunos se declaraban sorprendidos por el hecho de que Duran expresara en el Pleno del Congreso de los Diputados y ante el presidente del Gobierno una posición que ya había expuesto antes pero nunca en esas circunstancias.

La reflexión de que esa declaración unilateral no sería buena para Cataluña ni para España, decían algunos socialistas, equivale a una llamada de atención al presidente para intentar evitar algo que, aunque Rajoy parezca no verlo, sucederá si se mantienen las posiciones actuales.

"Efectivamente, no era una amenaza, sino una advertencia sobre lo que pasará si los dos gobiernos siguen enrocados en sus posiciones", decía un dirigente del PSC.