Edwards señaló que la cifra de personas fallecidas rescatadas del barco de Lampedusa asciende a 311, si bien apuntó que “todavía no hay una cifra final de muertos”. “Según los testimonios de los 156 sobrevivientes, entendemos que todavía falta encontrar entre 50 y 70 personas más. De todos modos, con 311 víctimas fatales confirmadas, éste es ya uno de los incidentes más trágicos de los que tenemos registro”, dijo.

Destacó la necesidad de obtener más información sobre las rutas y los movimientos de embarcaciones que navegan hacia Europa, así como “una mejor detección y respuesta de rescate en el mar”.

"El fenómeno de las personas que viajan en pequeñas embarcaciones a través del Mediterráneo hacia Europa es viejo y se refiere a cuestiones de asilo, así como de migración”, señaló Edwards, antes de añadir que la mayoría de quienes se encontraban a bordo en el barco que naufragó frente a Lampedusa y “es probable que muchos necesitaran protección internacional”.

Entre los supervivientes, hay personas que estuvieron antes en el campo de refugiados de Shagarab (este de Sudán) y el campamento Aini Mai (norte de Etiopía). Edwars apuntó que el naufragio frente a Lampedusa puede estar detrás de los disturbios ocurridos el pasado fin de semana en Mai Aini.

Edwards indicó que un reparto más amplio de la responsabilidad entre los Estados miembro de la UE ayudaría en el tratamiento de las solicitudes de asilo y a la búsqueda de soluciones duraderas para las personas que necesitan protección internacional.

"El ACNUR está dispuesta, con sus socios y la Organización Internacional para las Migraciones, a ayudar a todos los Estados a la búsqueda de soluciones comunes a los problemas que se esconden tras el accidente de la semana pasada de Lampedusa", concluyó.