Asturias contaba inicialmente para este año con un objetivo de déficit del 0,7% del PIB. Tras la flexibilización del margen del déficit otorgado por la Unión Europea a España, el objetivo para Asturias pasó del 0,7% al 1,06% del PIB. Esas 3,6 décimas de diferencia son las que se traducen en los 72 millones de euros, de los cuales 18 millones se destinarán a mantener el nivel de inversiones y el resto, 54 millones, a afrontar nuevas actuaciones.

La partida de 54 millones se traducirá, por un lado, en el refuerzo de los servicios públicos fundamentales y por otro, en nuevas inversiones productivas. En el primer capítulo se destinarán 20,5 millones más para sanidad y 15,5 millones para las partidas de política social, de los cuales 14 millones tendrán como objeto aumentar la dotación del salario social, que en el presupuesto vigente tenía una consignación inicial de 45 millones de euros.

Para el apartado de nuevas inversiones se destinarán 18 millones de euros, que tendrán como objeto acometer actuaciones necesarias y urgentes, como el mantenimiento de infraestructuras, el impulso al medio rural y el refuerzo en el apoyo a pymes y autónomos.