Fuentes policiales informaron a Servimedia, de que las tres detenidas, pertenecientes al colectivo ucraniano Femen, se les acusa de haber vulnerado el artículo 497.1 del Código Penal referido a la perturbación de las sesiones parlamentarias.

Este artículo recoge pena de prisión de seis meses a un año para quienes, sin ser miembros de los órganos legislativos estatales o autonómicos, alteren el orden de forma grave. En el caso de que la Justicia determine que la perturbación del orden no es grave, se les puede imponer la pena de multa de seis a doce meses.

Estas tres activistas de Femen irrumpieron semidesnudas en la tribuna del Congreso cuando el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, iba a contestar, en el pleno de la Cámara, a una pregunta de UPyD sobre el próximo Código Penal y si se va a castigar a los ciudadanos que presten ayuda humanitaria a inmigrantes ilegales.

Las tres jóvenes profirieron gritos de que “el aborto es sagrado”, consigna que también llevaban escrita sobre el cuerpo. Tras su arresto, fueron trasladadas a las dependencias policiales de Moratalaz, en Madrid, tras lo cual dos pasaron a disposición judicial y la tercera, la española Lara Alcaraz, quedó en libertad con cargos.

Al mismo tiempo, poco después de producirse el incidente en el Congreso, Femen se vanagloriaba en su web de su acción y anunciaba una “campaña” contra la reforma del aborto en España.