Pérez Rubalcaba preguntó en su primera intervención si el Gobierno cree que su política mejora la calidad de vida de los españoles. El presidente le aseguró que tiene “el objetivo claro” de superar varios años de crisis y crear las bases para el crecimiento y la creación de empleo.

Rajoy reconoció que su política no puede producir “resultados milagrosos” aunque insistió en que “ya hay datos positivos en la economía española” que presagian una recuperación.

Para Rubalcaba, sin embargo, lo único que ha hecho el Ejecutivo es imponer “recortes” de derechos, algunos “especialmente crueles”, como la exclusión de los inmigrantes sin papeles del sistema sanitario o el recién implantado copago de las farmacias hospitalarias.

Ambas medidas son, según los socialistas, una “gigantesca chapuza” con un “rendimiento económico que se desconoce”, sin criterios para que las comunidades autónomas la apliquen y con un carácter especialmente “cruel”.

“Ninguna sociedad decente puede apoyar estas medidas, y la española lo es”, razón por la cual Rubalcaba exigió al presidente que “retire estas dos medidas, que son dos chapuzas crueles , mezcla de insensibilidad y torpeza, que no añaden más que sufrimiento” a los afectados.

Mariano Rajoy esgrimió los datos económicos de exportación , reducción del desempleo, expectativas de recuperación del crecimientos económico para el año próximo y reducción de la prima de riesgo, para justificar que la situación mejora, pero no dijo ni una palabra en respuesta a la petición de Rubalcaba.

“Vamos a mejor”, concluyó, antes de reconocer que “quedan todavía muchas cosas que hacer” y que el Gobierno no está “todavía “ satisfecho con el resultado de sus políticas, aunque “es evidente es que estamos corrigiendo los desequilibrios e iniciando el camino hacia la recuperación económica en España, que es lo que quieren todos los ciudadanos”.