Las ayudas del Ejecutivo Gallego se caalizan a través de 250 centros gallegos instalados en 24 países de cuatro continentes que actúan como embajadas culturales de la comunidad autónoma.

De 1990 a 1993, el Gobierno gallego repartió 350 millones de pesetas entre 8.650 ancianos e incapacitados gallegos que atravesaban situaciones de necesidad reconocida.

Las iniciativas de la Xunta de Galicia posibilitaron que 1.400 personas mayores que llevaban más de 25 años de exilio pudieran disfrutar de unas breves vacaciones en Galicia durante lo últimos cuatro veranos. En todos los casos eran ancianos residentes en países de América.

Además, 2.000 gallegos de España, Europa y América participaron en programas vacacionales del Gobierno gallego y la Xunta organizó 14 cursos de terapia ocupacional destinados a 420 ancianos gallegos residentes en Argentina y Cuba.

Por otro lado, 13.800 jóvenes descendientes de emigrantes gallegos participaron en 430 cursos de danza, música y confección de trajes tradicionales, mientras que otros 1.500 perteecientes a comunidades gallegas en Suiza, Argentina, Brasil, Cuba, Uruguay, Venezuela y Australia disfrutaron de quincenas vacacionales en campamentos gallegos.

La Xunta, también impulsó cursos de animadores juveniles, además de cursos de gallego, el envío de libros en esa lengua, además de la subvención de obras de restauración y para la dotación de diversos centros gallegos.