Los trastornos del estado de ánimo se caracterizan por un cambio de humor incontrolable que sume al afectado en un bajo estado de ánimo (depresión) o de euforia e hiperactividad (manía).

La manía puede ir acompañada por ideas delirantes y alucinaciones, excitación incontrolable, locuacidad extrema, disminución del sueño y pérdida de las inhibiciones sociales normales.

Los síntomas de la depresión uelen ser la tristeza injustificada, la pérdida de placer en la vida cotidiana, variación del peso, cansancio, sentimiento de inutilidad y autocensura. La depresión crónica se caracteriza por la persistencia de estos síntomas a lo largo de varios años.

La OMS estima que el 10% de los pacientes que acuden a los servicios de atención primaria de salud en todo el mundo, sufren depresión.

La peor consecuencia de la depresión es, según la OMS, el suicidio. La depresión concurre en al menos un 60% de ls suicidios cuando a este trastorno afectivo se une el alcohol, el abuso de las drogas y la psicosis. La OMS estima que en los países en vía de desarrollo, la depresión ocupa el quinto lugar en las causas de mortalidad entre las mujeres, y el séptimo entre los hombres.

En cuanto al coste económico de la depresión, los datos facilitados por la OMS indican que sólo en EEUU el coste de este trastorno asciende a 44.000 millones de dólares anuales, un 30% del coste anual de todas las enfermedades mentales. Actualmente, la investigación psiquiátrica continúa enfrentándose al problema de la clasificación de los trastornos afectivos o también llamados del ánimo ya que en ellos se combinan muchos criterios dispares. Este hecho junto con el estudio de la prevención de las recaídas en estos trastornos, serán discutidos hoy en varios simposios que se llevarán a cabo en el X Congreso Mundial de Psiquiatría.