García-Sánchez expuso ante la Comisión del ramo del Congreso de los Diputados los presupuestos del Ministerio para 2014 y su impacto en los aspectos operativos, reiterando como cuando se aprobaron los de 2012 y 2013 que las Fuerzas Armadas asumen con responsabilidad y solidaridad el compromiso de reducción de gasto del conjunto del Estado, pues la crisis económica es la principal amenaza a la que se enfrenta España.

El jemad dijo, también como en años anteriores, que los presupuestos han tenido en cuenta que el personal es la máxima riqueza de las Fuerzas Armadas, hasta acaparar tres cuartas partes de la partida ministerial, aunque se ha visto menoscabado el nivel de alistamiento, lo que supone una reducción de capacidades y una búsqueda de mayor eficiencia para minimizar los riesgos.

Insistió en que las Fuerzas Armadas necesitan un planeamiento financiero a medio y largo plazo, y elogió que ahora sabemos “hacia dónde van” los programas especiales de armamento (“el núcleo de la modernización” de las Fuerzas Armadas, dijo), de acuerdo con lo expuesto horas antes ante la misma Comisión por el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles.

Explicó que el sostenimiento se ha centrado en las unidades que iban a ser desplegadas, por lo que las que no lo iban a ser se han visto “resentidas”, con un descenso de entre el 9 y el 10% en la inversión al respecto en los dos ejércitos y la Armada.Otro tanto ocurre con la modernización de los recursos de las unidades, que pierde en torno al 10% en el caso de las que no van a ser desplegadas.

El jemad subrayó que el adiestramiento se está concentrando en minimizar riestos, utilizando masivamente simuladores, también en las unidades que van a participar en operaciones internacionales, y que en cambio se está reduciendo también en torno al 10% la inversión en adiestramiento de las unidades que no van a ser desplegadas.

El almirante también comentó la creación de mandos como el de defensa aérea, el de defensa marítima y el de ciberdefensa, así como la integración en los sistemas de la OTAN, como ejemplos del esfuerzo en mejorar la eficiencia de las Fuerzas Armadas.

Pero insistió en que esta transformación conceptual y orgánica debería verse acompañada de un compromiso financiero a medio y largo plazo para garantizar la transición a la modernidad de las Fuerzas Armadas españolas.

El portavoz del PSOE, Gabriel Echávarri, detectó en el discurso del jemad un cambio de matiz respecto a las comparecencias de años anteriores, de alarmar con las consecuencias del recorte presupuestario a verlo como una oportunidad.

Le preguntó si había recibido del Ministerio un compromiso presupuestario a medio y largo plazo como el que ha pedido todos los años, si el descenso de efectivos que proyectó en la Estrategia 2020 se va a llevar a cabo, si todas las unidades adquiridas en los PEA son necesarias y cuál es el porcentaje de unidades no desplegadas que sufren el descenso en la inversión.

El jemad situó el porcentaje de unidades desplegadas en torno al 70%, recordó que el propio ministro de Defensa, Pedro Morenés, argumentó una vez que es mejor tener a un 10% de unidades al cien por cien que tenerlas a todas al 10% y reconoció que no hay compromiso presupuestario por parte del Gobierno a medio o largo plazo.