En rueda de prensa, Griñán no quiso "discutir las estrategias de cada uno" por entender que cada cual defendió los intereses de su territorio, pero dejó claro que, en el caso de los presidentes socialistas, "no hemos servido de correa de transmisión del partido", algo que sí cree que ha ocurrido en otros casos.

En contra de las tesis del PP, Griñán subrayó que la reunión en sí misma debería servir para enviar a los ciudadanos un mensaje de confianza en las instituciones, sobre la base de que todos los presidentes son "corresponsables" de la situación y deben cooperar con los demás mandatarios y con el Ejecutivo central para encontrar las mejores soluciones.

Después de que algunos presidentes del PP criticaran la "sucesión de monólogos" de la sesión, Griñán respondió contundente: "Como no soy sabio y no siempre tengo la razón, quiero escuchar a los demás, porque de ellos puedo aprender", y dado que muchas competencias son compartidas entre el Estado y las comunidades autónomas, si no hay una cooperación entre administraciones "no merece la pena".

El PP criticó que el Gobierno proponga la creación de grupos de trabajo que concreten las medidas, pero Griñán enmarcó esa actitud en lo habitual de ese tipo de reuniones.

En primer lugar, subrayó que ya se están tomando medidas contra la crisis y por el empleo, y ahora se trata de reforzar la coordinación pero sin esperar a que se concrenten esas medidas para poner otras sobre la mesa.

En segundo lugar, subrayó que también son los consejos de ministros los que concretan las líneas generales que acuerdan los presidentes en las reuniones del Consejo Europeo, o los consejeros los que materializan los acuerdos económicos alcanzados por las comunidades.