Según informó British Airways, a fecha 31 de marzo de 2009 el déficit de APS ascendería a 1.000 millones de libras (unos 1.100 millones de euros) y el déficit de NAPS alcanzaría los 2.700 millones de libras (unos 2.970 millones de euros).

El déficit de British con sus planes de pensiones es uno de los obstáculos que podría frenar la fusión con Iberia, ya que la compañía española podría romper de forma unilateral el acuerdo de integración por este motivo.

British Airways, asesorada por Hewitt Associates y KPMG, y los administradores de los planes de pensiones, asesorados por Watson Wyatt, han contado con un asesoramiento independiente para alcanzar este acuerdo, requisito estándar realizado por PricewaterhouseCoopers en nombre de los administradores de los planes de pensiones.

La aerolínea y los administradores de los planes de pensiones trabajarán ahora de manera conjunta para desarrollar un plan de recuperación, un proceso que llevará a la compañía a realizar consultas con sus empleados y sus sindicatos.

La fecha límite para cerrar el proceso de valoración, incluyendo un acuerdo sobre las contribuciones requeridas y el plan de recuperación, es el 30 de junio de 2010, según establece el regulador de pensiones británico.